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BARON - Will - En - Las - Redes - de - La - Nueva - Era, Notas de estudo de Cultura

libro testimonio sobre la Nueva Era

Tipologia: Notas de estudo

2014

Compartilhado em 12/03/2014

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Baixe BARON - Will - En - Las - Redes - de - La - Nueva - Era e outras Notas de estudo em PDF para Cultura, somente na Docsity! EN LAS REDES DE LA Will Baron ASOCIACION CASA EDITORA SUDAMERICANA Av. San MartIn 4555. 1602 Aorida. Buenos Aires Argentina Título del original: Dect:ived by che New Age, Pacific Press Publishing Association. Boise. ID, E.U.A .• 1990. Dirección editorial: Mario A. Collins Traducción: Félix Cortés A. Redacción: Javier Hidalgo Portada: Meylan Thoresen IMPRESO EN lA ARGENTINA Printed in Argentina Primera edición argentina. 1992 (10.000 ejemplares). Es propiedad. © Will Baron. Publicado en inglés por PPPA (1990) Y en e~pai'lol por APIA (1992). Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723. ISBN 950-573-357-7 (tapa dura) ~e termino de Imprimir el 9 de diciembre de 1992. mediante el sistema offset. en tallere .. propios. -36301 Por qué debe usled leer eSle libro acerca de la Nueva Era v cerebro a adoptar WUI frecuencia deseada. Requiere un par de audífonos comunes y raros anteojos negros que por dentro tienen lucecitas rojas. Produce ruidos como de un juego de video antiguo y luces que titilan y parecen hipnOti7.ar. Este meca- nismo, llamado "adopción de frecuencia", permite la inducción. el cambio de nivel de conciencia de manera pasiva, sin entrenamiento específico y rápidamente. Los fabricantes ofrecen 6 programas distintos: para combatir el estrés y el in- somnio, conseguir estados de concentración, creatividad, meditación y relajación. Su aplicación principal es la inducción de un estado antiestrés que permite re- lajarse sin tener que aprender alguna técnica especial o consumir algún medica- mento. También sirve para combatir el insomnio: aplica una frecuencia de 3 ciclos por segundo que induce progresivamente a un sueño profundo. Utiliza ondas de un ritmo elevado para ayudar a la concentración; una mezcla de ondas alfa y beta para estimular la creatividad; y ondas theta para favorecer la meditación. Los casetes que ofrece tratan temas como autoestima. estrés, alivio de la an- siedad, sobrepeso y confianza en sí mismo. En lugar de sonidos, por un audífono se escuha una voz suave que relata un cuento, mientras que por el otro, otra voz cuenta algo totalmente distinto. Es im- posible seguirlos conscientemente, pero las voces coinciden en algunas palabras clave que llegarían -aseguran- al inconsciente. El artículo terminaba diciendo: "Nada se pierde con probar". Otro anuncio con el que me sorprendí hace poco, titulado "Acupuntura en ca- sa", promocionaba una máquina de acupunJura electrónica que elimina todo tipo de dolores. El pequeño aparato genera pulsaciones eléctricas que estimulan el ce- rebro. Cada pulsación activa la circulación de la sangre y estimula el centro ner- vioso donde se siente el dolor. Relajación. Estrés. Engatusar el cerebro. Manipulación de ondas cerebrales. Obediencia del sistema nervioso central a esúmulos exteriores. Biofeedback. Con- dicionamiento operante. Inducción. Hipnosis. Cambio de nivel de conciencia de manera pasiva. Estrés, insomnio, concentración, creatividad, meditación. Ondas theta para favorecer la meditación, la estima de sí mismo, la autoconfianza. obtener alivio de la ansiedad, vencer el sobrcpeso.lnconsciente. Estimulaci6n cerebral. Ac- tivación de la circulaci6n de la sangre ... etc. ¿No le parece que hay detalles que de- bieran alertamos? ¿Qué es la Nueva Era? ¿Qué es la Nueva Era? Ese es el problema. ¿Qué es? He aquí varias opiniones de algunos estudiosos de este fen6meno: vi En las rede,'i de la Nueva Era Es la última expresión de un movimiento muy antiguo, un esfuerzo más de Satanás para engañar al mundo. Es un movimiento filosófico espiritual que está extendiéndose de manera im- parable en la sociedad. Sus adeptos son ya más de 200 millones. Es una especie de curiosa mel.cla de misticismo y cristianismo. Es un esfuerzo por fusionar la filosofía oriental con el cristianismo. Es el cristianismo místico. Es un sistema de falsa religión diseñado por Satanás como una atractiva al- ternativa del cristianismo. Su objetivo final es inducir a las iglesias a una gran apostasía en preparación para la aparición del Anticristo, quien se hará pasar por el Mesías con el fm de engañar tanto a cristianos como a prosélitos de dicho movi· miento. Es una expectativa o un movimiento que predica la mudanza del curso actual de los acontecimientos. Pregona la llegada de una era de paz y felicidad para el planeta Tierra. donde se irán eliminando gran parte de las enfermedades, de la ig- norancia, de la pobreza y de la soledad en que viven los humanos. Es el comienzo del falso reavivamiento predicho que, como sabemos, tendrá lugar primero que el verdadero reavivamiento. Lea atentamente la siguiente cita: "El enemigo de las almas desea impedir esta obra, y antes que llegue el tiempo para que se produzca tal movimiento, ttatará de evitarlo inttoduciendo una falsa imitación. Hará aparecer como que la bendición especial de Dios es derramada sobre las iglesias que pueda colocar bajo su poder seductor; allí se manifestará lo que se considerará como un gran interés por lo religioso. Multitudes se alegrarán de que Dios esté obrando maravillosamente en su favor, cuando, en realidad, la obra provendrá de otro espíritu" (eS 517). En ese falso reavivamiento habrá auna mezcla de verdad y mentira. apelacio- nes a la imaginación. mucha excitación emocional y un método de manipulación para conseguir decisiones. ¿De dónde proviene el nombre "Nueva Era"? Los entusiastas de la Nueva Era dicen que si uno levanta la vista al cielo, verá las doce constelaciones asttológicas en el cielo, como Taurus, el toro, o Aries, el camero; y que si uno las observara durante todo un año, descubriría que sus posi- ciones se modifican levemente con relación al universo que les sirve de fondo. Si uno continuara observándolas durante un período de 2.000 años, enconttaría que se han movido una distancia igual al arco de una de las doce constelaciones, como la manecilla horaria del reloj se mueve de las 3:00 a las 4:00, por ejemplo. Por lo tanto, dicen, en los últimos 2.000 años hemos estado bajo el signo de Piscis, y a esa edad se la ha llamado la era de Piscis. Pero al acercarnos al año 2000 nos moveremos al signo de Acuario, que determinará que pronto nazca una Por qué debe usted leer este libro acerca de la Nueva Era vii nueva era, la era de Acuario. Cada era !rae nuevas energías cósmicas que producen un cambio de conciencia en el planeta. A medida que las energías de la Nueva Era se arraiguen más y más en el pla- nela, la gente de IOdos los niveles expresará más amor fraternal. Esta será verda- deramente la era dorada del amor, será el reino de los cielos establecido en la tie- rra, exactamente como el amado "Jesús" lo prometió. Las energías de la Nueva Era están comenzando a sentirse ya sobre el planeta, y los cambios que se eslán produciendo en la civilización se acelerarm. Esto cau- sará, naturalmente. ciertos disturbios y algunos efectos negativos, pero finalmente se iniciará la edad de oro y la humanidad será bendecida La Nueva Era sostiene que durante eslOS 2.000 años el sol ha estado en la casa de Piscis, era que le corresponde al cristianismo; y que ha sido una era "polari- zarllc"; mienlfaS que ahora, al pasar el sol a la casa de Acuario, nacerá una nueva era que será "umonizante", entonces deberá organizarse una religión universal. Es decir, pasaremos de la era cristiana a la poscristiana cuando el mundo entero se una de manera holística. es decir, integral. Se nos promete "un milenio de amor y de luz" que sucederá a la actual ola de oscuridad y violencia. Y IOdo ello, natural- mente, suscita inmensas esperanzas. La Nueva Era será una edad de oro en la cual reinará el amor, la luz y el gOlO. Esta nueva era de Acuario, en realidad, ya ha comenzado. Una nueva y poderosa energía espiritual está siendo irradiada hacia este planeta. La conciencia de la hu- manidad se transformará más rápidamente a medida que estas energías cósmicas actúen en cada persona individualmente. Esas energías cósmicas -afuma la Nueva Era- son vibraciones mucho más elevadas que las que se encuentran en el mundo de la ciencia Vienen del espacio exterior, y se originan en grupos de estrellas, principalmente constelaciones de la astrología. Son energías divinas, por lo que, en última instancia, vienen de Dios. Las constelaciones canalil.an o dirigen esas energías hacia el planeta Tierra. Las energías son sutiles, pero muy poderosas. Estimulan la naturaleza espiritual de una persona y afectan su sistema psicológico a través de las choJcras. Las chalcras son "centros nerviosos" de la energía corporal. Cinco de los cen- tros están localizados en la columna vertebral, comenzando con la chakra base que está al pie de la columna Otras choJcras están en puntos específicos de la espina dorsal. La sexta choJcra es muy importante. Se la conoce como el centro del '"Ter- e:« Ojo", y está localizada en la frente. El aspirante a la Nueva Era puede absorber las energías cósmicas durante la meditación. Ellas facilitarán el desarrollo de su conciencia. A medida que las ener- gías son absorbidas por las choJcras, ocurren sutiles cambios en la flSiología y en las células del cerebro de la persona Las choJcras se hacen más y más poderosas y la persona desarrolla una mayor conciencia y fortaleza de carácter. Aparecen nue- vos dones y habilidades que habrían pasado inadvertidos si la persona hubiera se- guido funcionando sólo al nivel de su personalidad viii En las redes de la Nueva Era ¿Cómo se presenta? En la Nueva Era, las enseñanzas cristianas se combinan con el antiguo paga- nismo, el ocultismo contemporáneo y el espiritismo, para producir un engaño mix- to y multifacético. El pastor Gcorges Stéveny, de la División Euroafricana, dice que la Nueva Era no se presenta como una iglesia o una secta, sino como un movimiento sin estruc- tura definida, que trata de dar respuesta a las aspiraciones del corv.ón humano, y que podemos encontrarla inad"enidamente en la música, los libros, la medicina natural, la ecología, ele. La compara al mercurio de un tcnn6metro_ Cuando el termómetro se rompe. el mercurio se derrama, y cuando queremos atraparlo, se escurre. Lo mismo sucede con la Nueva Era, ya que se la encuentra por todas parles, pero pareciera no estar en ningún sitio, porque no tiene una cabeza visible, ni posee estructuras, ni una sede central y, a pesar de todo, sus adeptos pasan ya los 200 millones, sus libros se convienen en beSI sellers, sus exposiciones reciben decenas de miles de visitantes y, por todas partes, se abren numerosos centros relacionados con este movimiento. No cuenta con un liderazgo dermido, ni posee organización administtativa, ni tiene declaración alguna de docttmas. Es un título que expresa la existencia co- lectiva de todas las organizaciones e individuos que promueven las filosofías de ese movimiento. Satanás ha suscitado en el movimiento de la Nueva Era gran profusión de en- señanzas y prácticas. Una de ellas apela a los diversos tipos de personas. El objetivo de la Nueva Era es integrar los diversos pensamientos teológicos en una sola religión armoniosa. Sus enseñanzas dan a muchos esperanzas para el futuro. buscan "mejorar" la calidad de vida de este planeta y ponerlo en armonía con Dios. Prometen inmorta- lidad, vida eterna. La astrología ha sido el mayor canal de divulgación de esa edad de oro, lla- mada Era del Acuario, período en que la principal actividad del hombre será crecer física, personal y espiritualmente en los llamados "altos niveles de la aUlOCOncien- ti7.8ción". Debemos estar en guardia Este movimiento surgió de una esttuctura filosófico-religiosa y su importancia es tal, que las confesiones cristianas han lanzado su grito de alarma. La gente no tiene la menor idea de lo que significa la Nueva Era, ni le interesa el ocultismo. Sencillamente, busca una mejor salud y satisfacción personal. Una de las razones de su popularidad es el constante énfasis en un régimen alimentario equilibrado, para lograr la salud del cuerpo. Es necesario decir, como Por qué debe usled leer eSle libro acerca de la Nueva Era ix un llamado de alerta, que sus enseñanzas a este respecto parecen concordar con lo que nosotros creemos y enseñamos acerca de la temperancia. Pero, ¡cuidado! No todo lo que llaman "natural" condice con el mensaje de salud que proclamamos. Debemos ser cuidadosos con ciertos tratamientos, principahnente los que tienen algún nexo con el espiritualismo oriental, antes de aceptarlos confiadamente. Los alimentos macrobióticos, algunos productos naturistas, los métodos de sa- lud y aprendizaje holísticos, ciertas series de TV de carácter espiritista o sobrena- tural, ciertos métodos aplicados en los jardines de infantes (nivel preescolar), los métodos de salud alternativos, las técnicas de meditación recomendadas por psi- cólogos (incluso cristianos), los cursos que enseñan a alcanzar el éxito, y los di- versos manuales de meditación, y los ministros religiosos, pueden estar contami- nados más o menos directamente o profundamente con la filosofía de la Nueva Era. El movimiento de la Nueva Era seduce poco a poco. Es muy sencillo ser se- ducido por él porque hay un interés en la.c¡ técnicas terapéuticas alternativas, que es uno de sus principales métodos de reclutamiento. Ofrece terapia y aconsejamiento a las persona.c¡ que están en problemas, y luego interesa a sus adeptos en la filosofía asociada con dicha. . prácticas. Tenga cuidado con ciertas técnicas de salud novedosas e interesantes, porque tal vez usted ni imagina que están orientadas hacia la Nueva Era. Esté alerta acerca de los tratamientos de ciertas clínicas de salud; la pantalla de la TV,la estación FM favorita, o los cursos de superación personal, porque la Nueva Era ha invadido to- dos los aspectos de la vida. Es un sistema mundial de engaño. La Nueva Era maneja muy bien el concepto "holístico" de la vida, y nos lleva, a partir de ese concepto, a algunas técnicas de "terapias alternativas" para enfer- medades comunes, como la acupuntura, la homeopaúa, la cirugía psíquica, la ar- monía chalcra, el nuevo nacimiento, la terapia primigenia, el reiki, los cristales y la bioenergética. Estos y otros tratamientos hablan muchísimo acerca de "energías", "balances" y "totalidad". Los libros y cursos antiestrés introducen el concepto "holístico" de la Nueva Era, lo que suena bastante agradable, porque el concepto de un balance necesario entre el cuerpo, la mente y el espíritu parece razonable. Tengamos cuidado con cierto tipo de música para relajarnos, dormir o hacer gimnasia. Seamos prevenidos acerca de la astrología; aún con el "inocente" o inofensivo y divertido horós- copo. Las teoóas y prácticas de la Nueva Era han penetrado virtuahnente en todos los ámbitos de la vida contemporánea: en la ciencia, el comercio, la salud, la me- dicina, la educación, la psicología, la religión, los medios de comunicación, la po- lítica, la literatura y, sobre todo, en las artes y los espectáculos. Hay un aspecto de la fllosofía de la Nueva Era que está cautivando a muchos cristianos. Nos referimos a las ciencias de la mente, más conocidas como psicolo- gía cristiana. Pero existen ciencias de la mente que no son de Dios, sino falsifica- viii En las redes de la Nueva Era ¿Cómo se presenta? En la Nueva Era, las enseñanzas cristianas se combinan con el antiguo paga· nismo, el ocullismo cOnlemporáneo y el espirilismo, para producir un engaño mix· 10 y multifacélico. El pastor Georges Stéveny, de la División Euroafricana, dice que la Nueva Era no se presenla como una iglesia o una secta, sino como un movimiento sin estruc· tura definida, que trata de dar respuesta a las aspiraciones del corvón humano, y que podemos encontrarla inadvenidamente en la música, los libros, la medicina natural, la ecología, etc. La compara al mercurio de un termómetro. Cuando el termómetro se rompe, el mercurio se derrama, y cuando queremos atraparlo, se escurre. Lo mismo sucede con la Nueva Era, ya que se la encuentra por todas partes, pero pareciera no estar en ningún sitio, porque no tiene una cabeza visible, ni posee estructuras, ni una sede central y, a pesar de todo, sus adeptos pasan ya los 200 millones, sus libros se convienen en beSl sellers, sus exposiciones reciben decenas de miles de visitantes y, por todas partes, se abren numerosos centros relacionados con este movimiento. No cuenta con un liderazgo definido, ni posee organización administrativa, ni tiene declaración alguna de doctrinas. Es un título que expresa la existencia co· lectiva de todas las organizaciones e individuos que promueven las filosofías de ese movimiento. Satanás ha suscitado en el movimienlO de la Nueva Era gran profusión de en- señanzas y prácticas. Una de ellas apela a los diversos tipos de personas. El objetivo de la Nueva Era es integrar los diversos pensamientos teológicos en una sola religión armoniosa. Sus enseñanzas dan a muchos esperan7.a5 para el futuro, buscan "mejorar" la calidad de vida de este planeta y ponerlo en annonía con Dios. Prometen inmorta- lidad, vida eterna. La astrología ha sido el mayor canal de divulgación de esa edad de oro, lla- mada Era del Acuario, periodo en que la principal actividad del hombre será crecer física, personal y espiritualmente en los llamados "altos niveles de la autoconcien- ti7..ación". Debemos estar en guardia Este movimienlO surgió de una estructura filosófico-religiosa y su importancia es tal, que las confesiones cristianas han lanzado su grilO de alanna. La gente no tiene la menor idea de lo que significa la Nueva Era, ni le interesa el ocultismo. Sencillamente, busca una mejor salud y satisfacción personal. Una de las razones de su popularidad es el constante énfasis en un régimen alimentario equilibrado, para lograr la salud del cuerpo. Es necesario decir, como Por qué debe usted leer este libro acerca de la Nueva Era xi Seamos cuidadosos con las clases de yoga, hábilmente mezcladas con cienas técnicas orientalistas utilizadas en los populares gimnasios de nuestros días. Ten- gamos cuidado con la meditación transcendental para alcanzar la paz y el relaja- miento, y con la meditación introspectiva; con los círculos de estudio biblico en los que el instructor pide que la clase se siente tranquilamente y trate de oír la voz de "Dios". La invasión de las técnicas de la Nueva Era, aun en las iglesias cristianas, es asombrosa. La Nueva Era también estudia la Biblia, e incluso dice que el nombre de Jesús es el más grande del universo, y que debemos orar en su nombre. Muchos progra- mas evangélicos de TV o radio se asemejan a la Nueva Era: utili7.8n la medita- ción, la relajación y otras ideas poco ofensivas, disfrazadas con ropaje bíblico. En los últimos diez años, la filosofía de la Nueva Era ha sido modificada y adaptada a la teología cristiana. Seamos advertidos respecto de las teorías de la evolución, la reencarnación y la percepción extrasensorial. También con sesiones de aconsejamiento personal, encuentros de grupos, se- minarios para desarrollar el potencial humano y talleres de procesos de grupos. De igual modo, tengamos cuidado con cursos sugestivos como: astrología, la- rot egipcio, numerología y psicosíntesis. Actuemos sabiamente respecto de las numerosas pe){culas místicas y de ocul- tismo que se proyectan en los cines y la TV. Incluso las de episodios tan sencillos y aparentemente inocuos como los E.T. y La guerra de las galtvcias están empa- padas de conceptos místicos y ocultos_ Hasta algunos movimientos actuales en pro de los derechos humanos y la eco- logía están inspirados en la filosofía del Acuario. Hay varias palabras clave que la Nueva Era popularizó, como, "holístico" "familia global", "aldea Tierra" y "con- ciencia ecológica". Si no nos atrincheramos firmemente detrás de la Biblia como la irtfalible Pala- bra de Dios, seremos arrastrados por el engaño cuando Satanás aparezca en su bri- llante forma angélica. Muchísimos pensarán que el diablo es Cristo Jesús, no im- porta cuántas ideas antibíblicas comience a proponer el falso mensajero. Hoy, muchas iglesias están abandonando el tradicionalismo y la discreción que les eran peculiares, dando paso a cultos espontáneos y carismáticos, donde se cree estar recibiendo la plenitud de los dones del Espíritu. El espiritismo, que hasta no hace tanto era mal mirado, es hoy tema de los más repelados programas de radio y TV. El reavivamiento de filosofías y religiones satánicas demuestra, sin embargo otra realidad, predicha por E.G. de White: durante la más sórdida seducción de Satanás, éste hará parecer que la bendición de Dios ha sido derramada sobre las iglesias, y se manifestará un gran interés religioso en las denominaciones y sectas que pueda poner bajo su poder seductor. xii En las redes de la Nueva Era Lea cuidadosamente el Apéndice 1. útulado Perspectivas de la Nueva Era. y adviena las sutile1.as. la peligrosidad y las mil caras de esta corriente que prepara- rá el camino para la aparición del Anticristo. Note la combinación de paganismo. oculúsmo. espiriúsmo y crisúanismo. y por qué úene tanto poder de seducción. El Apéndice 2, sobre el poder psíquico de Satanás. es muy esclarecedor. ¿Por qué es pcligrosísirna la meditación? ¿Qué y cómo es la meditación crisúana. bíbli- ca? ¿Cuáles son los peligros de la meditación introspecúva? ¿Cómo Satanás se es- tá infiltrándo en las enseñanzas de ministros y dirigentes crisúanos a través de la meditación? ¿Por qué debeóamos alertar a nuestros hermanos acerca de los libros que pueden ser hallados en las librerías crisúanas evangélicas. escritos por autores que han sido inconscientemente infiltrados? No deje de leer el Apéndice 3. acerca de la gran apostasía predicha por las Escrituras y de cómo la Nueva Era preparará el camino para la aparición del Anú- cristo. Roberto Gullón I En sriego. las lClru de la palabra "pez" fonnan el aClÓllicO de la frase "JcaucrislO Hijo de Dios. Salvador". Fumles: Para escribir Me ensayo IC han consultado los trabajos de diversos au_. cnU'C c1los Gcorgcs Stiveny. Rodrigo P. Silva. WilI Baron. JcCf Rcich Y eolia Standish. EN LAS REDES DE LA NUFYA FRA AGRADECIMIENTO Quiero expresar mi gratitud al personal dellnsti- tuto de Escritores de la Universidad de Biola por su ayuda que hizo posible que la idea de escribir este libro se convirtiera en un manuscrito aceptable. Vaya mi aprecio especial para Susan Titus de Biola y a Wightman Weese de la Tyndale House Publishers por sus valiosas sugerencias y palabras de ánimo. Asimismo, expreso mi gratitud a todos aquellos que han orado por m( desde que volv( a Cristo. Agradezco de manera especial al pastor Siegfried Neuendorff y a su esposa, de Redondo Beach, por todo el apoyo y aliento que me dieron cuañdo sal( del redil de Satanás. Contenido CAPÍTULO PÁGINA Prólogo ................................ . 1. Cristianos en las redes de la Nueva Era ..... . 2. Seducido por los poderes psíquicos . . . . . . . . . 3. En la red de la canalización ............. . 4. Bajo el control del "yo superior" .......... . 5. Aparece un "Maestro" ................. . 6 D· , 1 d " , 't í " . lSClpU o e un espm u gu a ........... . 7. Llevado hasta el límite ................. . 8. El Centro de la Nueva Era estudia la Biblia .. . 9. El Centro de la Nueva Era se "conviene" al cris- 9 12 25 35 47 56 65 77 86 tianismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 95 10. El sacerdocio ....................... 107 11. Predicando en las aceras ............... 116 12. Encuentro con cieno espíritu ............ 134 13. Infiltración secreta. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 143 14. Desenmascarando a la mente maestra del engaño 148 ApÉNDICES 1. Perspectivas de la Nueva Era 2. El poder psíquico de Satanás 161 165 3. La venida del Anticristo . . . . . . . . . . . . . . . . 170 AL LECTOR Este no es un libro de cuentos ni fue escrito para entretener a nadie. La seriedad de su contenido de- manda que usted, que está por comenzar a leerlo, tome en cuenta la importancia de: Primero: Leer y entender el contenido del Prólogo. Segundo: Investigar cuidadosamente el material de las tres secciones del Apéndice, las cuales no consti- tuyen un agregado suplementario de la obra, sino que son su epílogo indispensable. Tercero: No dejarse atrapar por la "red" de la curio- sidad. 1 Cristianos en las redes de la Nueva Era A rrodíllate. Yo soy Jesucristo y voy a sanarte! Yo escuchaba fascinado el relato de Muriel. Ella estaba de pie frente a la clase en el Centro de la Nueva Era y des- cribía una increíble experiencia nocturna que había tenido rccienlCrnente. , -Les digo la verdad --continuó muy emocionada-o El estaba alH, de pie, en medio de mi recámara, aunque la había cerrado con llave, y me ordenó que me arrodillara. Si la gente piensa que Jesús es un tipo débil Y flacucho, se llevarán una gran sorpresa. Mide más de dos me- tros de estatura, tiene un aspecto imponente y es bien parecido. j Es un ser muy poderoso! -agregó con mucho énfasis. Comencé a sentirme incómodo mientras escuchaba el relato de Mu- riel. Rubia y muy atractiva, era como de unos 60 años y lucía alta yes- belta en su llamativo vestido azul. Con el rostro radiante de gozo, la fundadora y directora de nuestro Centro describió lo que ocurrió des- pués. -Salí de la cama y me arrodillé frente a Jesús. El puso sus manos sobre mi cabeza y me dio su bendición. Luego se volvió, caminó dere- cho y traspuso la sólida puerta cerrada con llave de mi cuarto. Muriel comentó como la cosa más natural del mundo: Se había ido. Simplemente desapareció en el corredor. Era la segunda vez que oía el relato de Muricl referente a la visita de "Jesús" a su cuarto en el hotel. Después de su experiencia comenza- Jl 14 En las redes de la Nueva Era estuve en la red del engafto perpetrado por el movimienlO cúltico de la Nueva Era y de sus esfuerzos por fusionar la filosocra oriental con el cristianismo. Después de la reunión una pareja de mediana edad se me acercó. Con una expresión de tristeza en el rostro el padre me dijo: -Nuestra hija fue siempre tímida y nerviosa. Pero hace poco em- pezó a asistir a unas clases de yoga. Ahora aambién practica la medita- ción para encontrar paz y relajamiento. Y ella nos ha dicho que da resullado. Poco a poco se está convirtiendo en una devota de las ideas de la Nueva Era y ya no escucha nada de lo que le decimos. aunque todavfa canta en el coro de nuestra iglesia. ¿Qué podemos hacer? Es posible que usted tenga algún pariente relacionado con la Nueva Era. Este movimiento eslá atrayendo bajo su influencia a muchos cris- tianos en forma muy sutil. Yo rambién fui una de sus víctimas de jo- ven. Aun cuando había sido criado en una familia cristiana y asistía a la iglesia semanalmente. fui engai'lado por las promesas de salud. felicidad y realización del movimienlO de la Nueva Era. Fui compleramente desviado. y poco a poco me sumergí profundamente en el mundo del ocultismo. Y lo mismo puede ocunirle a cualquiera: a usted. su familia, o sus amigos. Por ejemplo. mi propia relación activa con el movimiento de la Nueva Era comenzó cuando me uní a una organi7.ación internacional llamada Salud para la Nueva Era. que tenfa su sede en Londres. Yo ni siquiera sabía lo que significaba el término Nueva Era. ni andaba tras guías espirituales ni prácticas ocultistas. Lo único que me interesaba era encontrar información acerca de las técnicas curativas debido a un problema de salud que tenfa. Pero mi ingenuo interés me condujo even- tualmente a la senda de la sumisión a los poderes engaftosos. Al pare- cer. mi formación cristiana no pudo darme el conocimiento que me habría puesto en guardia contra los peligros del curso de acción que estaba tomando. El conocimiento. el éxito y la unidad con "Dios". son las promesas que el movimiento de la Nueva Era presenta a la víctima potencial que está a punlO de entrampar. Y millares de individuos --cristianos y ateos- están siguiendo a este sei'luelo sin sospechar nada Muchos cristianos ortodoxos. incluyendo algunos pastores. han probado la carna- da de la Nueva Era y han encontrado que es "bueno para comer. y agradable a los ojos y ... codiciable para alcanzar sabiduría" (Génesis 3:6). Durante el tiempo que fui un "cristiano" de la Nueva Era. me resulló muy agradable descubrir que algunos predicadores cristianos ya ensenaban varias de las creencias de la Nueva Era. Al escucharlos Cristianos en las redes de la Nueva Era J 5 expresar gozosos algunas declaraciones que estaban en armonía con lo que yo había aprendido en mi entrenamiento metafísico. pensé que estos predicadores debían haber recibid., información directamente del reino espiritual. o posiblemente estaban inspirados por los escritos de la Nueva Era que circulaban ampliamente. El mismo pastor de ustedes puede haber expresado extrai'ias interpretaciones de pasajes bíblicos y ustedes no estaban muy seguros de dónde las había tomado. Las ense- fianzas y prácticas de la Nueva Era se han extendido tanto que la mayo- ría de los cristianos están muy propensos a ponerse en contacto con ellas en una forma u otra. Con mucha frecuencia las personas no eslán conscientes de aquello a lo cual se exponen. Por ejemplo. es probable que usted haya consultado con autoridades médicas que practican técni- cas de salud novedosas e interesantes. y usted ni se imaginó que taJes técnicas estaban orientadas hacia la Nueva Era. Tal vez algún miembro de su familia se ha interesado en la astrolo- gía. como Nancy Reagan. pensando que sería benéfica. o al menos una diversión inofensiva. Estoy seguro que la esposa del popular ex presi- dente no se daba cuenta que la astrología es una antigua práctica de adivinación originaria del paganismo babilónico y que se prohíbe expre- samente en la Biblia Es posible que usted haya buscado orientación de un consejero ignorando que se trataba de un psicólogo de la Nueva Era. y estuvo expuesto. sin saberlo. a una sutil telaraña de engafio. Si usted busca una relación más estrecha con Dios. quizá la así llamada ciencia de la meditación despierte su interés. Es posible que se haya preguntado si la meditación será una buena práctica para los cris- tianos. En mi caso lo primero que hice fue practicar la meditación intros- pectiva de la Nueva Era en una clase del centro metafísico Camino Luminoso. Algunas personas se inician en la meditación de la Nueva Era en sus mismas iglesias. Como mi parienta Jean. por ejemplo. Ella es secretaria de una gran editorial cristiana. Al sentarse en su escritorio a leer uno de mis manuscritos comenzaron a surgir varios interrogantes con respecto a algunas de sus actividades recientes. -Asisto a un estudio bíblico -me informó Jean- en el cual el Maestro pide a los miembros de la clase sentarse tranquilamente y tratar de oír la voz de "Dios". Me pregunto si no será esto el principio de lo que dices en lU libro. -Ten la plena seguridad de que así es -le contesl.é--. Me suena como un caso típico de invasión de las técnicas de la Nueva Era en lU propia iglesia. Este tipo de meditación introspectiva no se encuentra en la Biblia. y nunca ha sido parte de las actividades cristianas ortodoxas. 16 En las redes de la Nueva Era Es una práctica hindú, indeseable y potencialmente peligrosa. Conferencias oculdsÚlS en la iglesia melOdisÚl Algunas iglesias de la zona de la ciudad en que vivo le dan entrada abiertamente a los conferencistas de la Nueva Era y sus filosofías im- pías. Tomemos, por ejemplo, una gran iglesia metodista en el área de Los Angeles. Ha alquilado valientemente su santuario a Benjamín Cre- me, la renombrada celebridad de la Nueva Era, para presentar sus con- ferencias de la Costa Occidental con respecto a la segunda venida de "el Cristo" al planeta tierra. Creme es un ocultista que puso un anuncio a toda página en dieciocho de los más prestigiosos periódicos del mun- do en 1982, anunciando que "el Cristo" habfa regresado y estaba vi- viendo en Londres. Jesús advirtió que actividades tales como las que reali7.a Creme acontecerfan en el tiempo del fin: "Entonces, si alguno os dijere: Mirad, aquf está el Cristo, o mirad, aur está, no lo creáis. Porque se levantarán falsos cristos, y falsos profe- tas, y harán grandes seftales y prodigios, de tal manera que engaftarán, si fuere posible, aun a los escogidos. Ya os lo he dicho antes" (Mateo 24:23-25). Note que incluso los elegidos están en peligro de ser engañados. Yo espero que su pastor no alquile su iglesia a un agente de la conspi- ración del Anticristo. ¿En verdad son úJn IIUl/as las rúosojÚls de la Nueva Era? Al principio me sentí agradecido de formar parte del movimiento de la Nueva Era. Sus ensei'lanzas eran una respuesta para muchos de mis interrogantes y me daban esperanzas para el futuro. La Nueva Era parecía ofrecerme todo aquello que había estado buscando. Me sentí parte de un movimiento, parte de un grupo de personas que buscaban sinceramente mejorar la calidad de vida de este planeta y poner su ser en armonía con Dios. Llegué a creer que si aplicaba las enseftanzas y las técnicas de la Nueva Era a mi modo de actuar, mis habilidades y talentos se desarro- llarían hasta el límite de mi potencial y así podría realizarme y alcan7.ar la felicidad. Por ejemplo, comencé a practicar la meditación con la esperan7.a de recibir iluminación: un engafto muy común que más tarde lamentarla profundamente. Durante esta práctica llegué a darme cuenta de que era posible ponerse en sintonía con una voz interior, que interpreté errónea- mente como la voz de la conciencia, que parecía dar consejos sabios. Conocida por los miembros de la Nueva Era como "el yo superior", no Cristianos en las redes de la Nueva Era 19 Poco a poco comeocé a desli7.arme hacia las prácticas y actividades mundanas de mis amigos. Al principio fueron cosas sin importancia, pequeftas travesuras como fumar y robar licor de la despensa de mi lÍo. Pero más seria era la tendencia a no pensar nunca en Dios ni en Jesús, ni en el papel que jugarían en mi vida. Mientras más me involucraba en las actividades de mis amigos, que eran predominantemente profanas, más llegaba a catalogar a la religión como algo conveniente para mis padres, pero que nada tenía que ver conmigo. Aun cuando creía que Jesús existió, como ensei'ia la Biblia, no tenía ninguna relación especial con él. Y sin embargo. aunque parez- ca sorprendente, me sentía seguro de que si moría, iría al cielo. Mi alienación de los valores cristianos se intensificó en la escuela secundaria, donde mis Maestros me exponían a fascinantes ideas tales como las teorías de la evolución, de la reencarnación, y la percepción extrascnsorial. Recuerdo a un Maestro en particular. El seftor Hardinge parecía tener alrededor de treinta aftos. Era un hombre fornido y de mediana estatura, de cabello roji7..o, nítidamente recortado al estilo de los Maes- tros de escuela secundaria británicos. Pero me parecía diferente de la mayoría de los Maestros. Un tipo un tanto solitario, envuelto en su sobretodo beige, que podía verse sentado solo en los cafés del pueblo. Aun cuando yo era un estudiante del área de ciencias, su clase de filo- sofía, que daba dos veces por semana, me parecía muy interesante. "Freud dice", era una de las frases más comunes del sei'ior Har- dinge al presentamos las ideas de Sigmund Freud, el famoso psicoana- lista vienés. -Freud dice que el subconsciente del hombre es una poderosa fuerza en su vida --comentaba el profesor Hardinge. El creía que todas las características de nuestros motivos y emociones son el resultado de la obra del inconsciente. A mí me interesaban profundamente -las declaraciones del profesor Hardinge. En su clase, o en cualquier otra de las que tomaba en la secundaria, con frecuencia experimentaba terribles penosas ansiedades y temores. A veces sentía que el pecho se me oprimía y una oleada de claustrofobia descendía sobre mí como una pesadilla, provocando en mí el poderoso impulso de abandonar el salón de clases sin causa aparente. Yo sabía que este sentimiento era irracional, pero no podía explicar mis temores. Los problemas comen7.aron una mafiana cuando sólo tenía 16 afios de edad. Estando en una asamblea de la escuela de repente fui invadido por ese súbito ataque de pánico. Durante varios meses había venido sintiendo una tensión y un estrés crecientes dentro de mí. Pero aquella 20 En las redes de la Nueva Era maftana en particular la Iensi6n pareció estallar en un ataque de temor y ansiedad que difícilmente pude controlar. Mi pecho se comprimió como si una banda de acero se hubiera alado alrededor de él Y sentí que me desmayaba por falta de aire. Me parecía estar bajo una nube negra que anunciaba una calamidad inminente, y tuve que luchar para mantener mi menle en orden. Utilizando cada gota de mi fuerza de voluntad luché contra el impulso de salir corriendo y me obligué a manlener la compostura hasta que terminó la asamblea. Después de este primer ataque de pánico nunca volví a ser la mis- ma persona. Los últimos aftos de mi adolescencia parecieron estar aco- sados por una incesante ansiedad. El médico de nuestra familia me recelÓ tranquilizantes y me aconsejó que no me preocupara. Me desilu- sionó cuando no pudo dar una explicación significativa del mal que me aquejaba. -¿Por qué me siento así'? -le pregunté. -Pienso que has estado trabajando demasiado -me sugirió sin darle mayor importancia. Su vaguedad me hi7.o desconfiar de su diag- nóstico. Para ser sincero, el excesivo estudio pudo haberme empeorado, pero me negaba a aceptar que fuera la causa básica de mi mal. Intuiti- vamente comprendí que algo había cambiado en mi sistema nervioso cuando llegué a la adolescencia, pero no sabía qué hacer para corregir- lo. Mientras escuchaba la filosofía freudiana del profesor Hardinge me pregunté si mi ansiedad no estaría en mi inconsciente, como Freud lo propone en sus lCOrías psicológicas. Qui7.á sus libros podrían darme. algo de luz para comprender mis extraftos scntimientos de tensión y alienación. Habiendo sido motivado a leer algunos de los libros de Freud, comencé a cultivar el concepto de que lOdos los problemas humanos podían explicarse en términos de disfunciones asociadas con el incons- ciente. Pensé que tal vez la religión misma era una neurosis, una condi- ción de debilidad psicológica, una máscara que encubría una falta bási- ca de madurez. Este era, por supuesto, el punto de vista de Freud. Esto me llevó a cuestionar la existencia de Satanás. ¿Eran las lenta- ciones en realidad proccdcnles de algún poder maligno que manipulaba psíquicamenle a su víctima, como enseñaba la iglesia? Frcud expresaba la idea opuesta de que la actividad del subconsciente era la responsable de los pensamientos e impulsos conflictivos. Creía que las acciones antisociales e irracionales de una persona estaban fuertemente influidas por los recuerdos inconscientes asociados con las experiencias depri- mentes de la niftez llamados traumas. Comencé a concordar con las ideas de Freud y consideré a Satanás Cristianos en las redes de la Nueva Era 21 como una representación simbólico-mítica del incerior caótico del hom- bre con lOdos sus impulsos destructivos. Para comprender bien lOdo esto uno necesita baslanre discernimiento psicológico. Después de leer cuidadosamenre un par de libros de Freud orienté mis esfuerzos una vez más hacia mis estudios académicos. Mis remores y ansiedades habían desaparecido en gran medida y mi inrerés en la psicología también disminuyó. Sin embargo. las ideas freudianas habían afectado profundarnence mi actitud hacia la religión. -WiU. ¿irás esla noche a la velada especial de los novatos? -me preguntó Osear. mientras se quitaba sus lentes de gruesos aros negros en el ascensor. Osear era un amigo del primer afto de la universidad que vivía en el mismo piso del dormitorio universitario. Era mi primera semana en el curso de licenciatura en fisica. -¿Qué clase de reunión es esa? -le pregunté con curiosidad. pues nunca antes habla vivido en una ciudad grande. -Oh. es un especláculo de strip-tease con mucho licor. La asocia- ción estudiantil ha organizado lIn show especial para lOdos los novatos. ¿Por qué no vienes con nosotros? Yo sabía que aqueUo era malo. Pero aun cuando no estaba real- mente incerosado en la sugerencia, sentí que debía buscar alguna clase de emoción para pasar la velada y olvidarme de las preocupaciones y la presión propia de los inicios de la vida universilaria. -Creo que iré con ustedes. Parece que va a eslar bueno -balbucí. sintiendo un nudo en la garganta. Como estudiante universitario deseaba excender mis fronteras para saber qué sucedía detrás de las brillantes luces de la ciudad metropolitana de MáncheSler. Dominado por un espíritu de rebelión. no quería que nada ni nadie me impidiera pasar un "buen ralO"; especialmence no quería que mi conciencia me moleslara. Por pura curiosidad. varias semanas después fui a ver películas pornográficas en dos ocasiones. Fue algo terriblemente aburrido. pero al menos sentía que estaba ejercitando mi iniciativa y madurez en la bús- queda de alguna excitación que rompiera la monotonía de la vida estu- diantil. Los bares de la universidad y los conciertos de rock de los fines de semana atraían bastante mi atención. Sin embargo. incluso éstas me re- sultaban cediosos a menos que me lOmara un par de cervezas para des- inhibirme un poco. A medida que la intoxicación avanzaba. mis normas morales. bastante relajadas. me permitIan divertir a Osear y a nuestros compafteros con chistes de tono subido con el propósito de obtcner su reconocimiento. Cualquier relación que hubiera tenido con Cristo se había esfumado para entonces; sin imbargo. mi "cuerpo" todavía asistía a la iglesia una 22 En las redes de la Nueva Era vez por semana a fin de evitar problemas con mi familia. A semejan7.a del Dr. Jekyll y Mr. lIyde, llegué a tener una doble personalidad: me ponía un ropaje de dignidad en la iglesia, pero vivía una vida profana fuera de ella. Cuando terminé mis estudios universitarios aspiraba a realizarme en una buena carrera y pasarla bien. Llegué a ser ingeniero diseñador de maquinaria para una gran fábrica textil, y me mantenía muy ocupado ganando y gastando dinero, tratando de satisfacer una insaciable sed de emociones fuertes con motocicletas. carros, viajes, fiestas y cantinas. Cuando cumplí 24 aftos decidí abandonar las visitas semanales a la iglesia. a pesar de mis temores de que mi familia me tratara como a un apóstata. No fue fácil dejar la iglesia. En realidad estaba temeroso de que el Evangelio eterno fuera verdadero después de todo, y que mi vida pudiera terminar en la condenación eterna. Después de varias semanas cruciales de dubitaciones decidí finalmente no asistir a la iglesia. Ra7.0- né que me "tomaría unas vacaciones" de toda religión por algún tiem- po. para ver cómo me sentía. Después, probablemente, volvería en pos de mis creencias. La vida irreligiosa parecía mucho mejor que las pretensiones del pasado: -al menos ahora había congruencia entre mis convicciones y mi comportamiento. Por ejemplo, noté que ahora podía proferir maldi- ciones y articular expresiones pornográficas sin el más leve rubor y me sentía completamente bien de ser como me diera la gana. "Comamos y bebamos, que mai'lana moriremos" se convirtió en el lema que se ajustaba a mi vida. Pero pronto surgió un nuevo problema. No morí, y me resultaba cada vez más difícil divertirme independiente- mente de cuán activa fuera mi vida social. Y cuán desesperadamente activa era mi vida: el una vez tímido estudiante de secundaria estaba ahora involucrado en todo, desde el motociclismo hasta el alpinismo, desde los oseuros bares hasta los festivales de rock. Sin embargo, des- pués de estas actividades, el antiguo sentimiento de insatisfacción subía reptando hasta mi corazón. Me llegó una carta de mi hermana mayor. "¿Por qué no vienes y vives con nosotros en Canadá? -decía la carta-. Podrías iniciar una vida nueva en esta tierra de oportunidades". Mi hermana y su esposo habían emigrado a Toronto varios anos antes. La invitación me gustó. Convencido de que yo necesitaba un cambio drástico para salir de mi rutina. acepté su consejo y volé hacia la perspectiva de una nueva vida. Desafortunadamente, mi presencia en un nuevo país no parecía alterar mis st'nLimientos: además, echaba de menos a mis amigos que se habían quedado en Inglaterra. Y después de unos pocos meses regresé a mi pueblo natal. Cristianos en las redes de la Nueva Era 23 Pero ahora me sentía consciente como nunca de mi insatisfacción, y mi depresión aumentaba. Además, las fobias y tensiones que había experimentado en mi adolescencia nunca me abandonaron por comple- LO, y ansiaba sentirme relajado y verdaderamente tranquilo. Al recordar el gran aprecio que mi Maestro de secundaria tenía por Freud, decidí volverme a la psicología como un medio para hallar respuesta a los problemas de mi vida. Visité muchas veces una bibliotcca y pedí prestados varios libros de psicología. En mi fuero intemo me preguntaba: ¿podrá dar paz y satisfacción a mi vida la correcta aplicación de esta psicología? Las ideas expresadas en sus páginas parecían muy alentadoras. Fue enLOnces cuando un pequeño volumen colocado en un anaquel de aquella biblioteca captó mi atención. 2 Seducido por los poderes , . pSlqulcos U n hombre de apariencia fornida y abundante cabellera ne-gra.. el psicoterapeuta Pcter Blythe. cambió completamente mi vida. Pero yo nunca lo conocí. No. él no me orientó por teléfono. De hecho. no sabe nada aeerca del increíble impaclO que produjo en mi vida. porque nunca se relacionó conmigo. Conozco su apariencia sólo a 1J'a- vés de una folO suya que aparece en la contracubierta de su IibrilO titulado Stress Disease (la enfermedad del estrés). Jamás olvidaré este IItulo. Sonaba bastanle infantil cuando lo saqué del anaquel de una biblioleca. ¿Ha leído algo que haya alterado comple- tamente su existencia? Stress Disease produjo una transformación que me indujo a cambiar de profesión. de residencia en otro país, y a invo- lucrarme profundamente en el cullO sa~nico. El poder de un libro puede ser fenomenal. Al principio el libro de Peter Blythe parecía ofrecerme esperanza de que mis sentimienlOs de temor y alienación tenían una explicación. Tal vez podría hallar una solución a mi claustrofobia recurrente que, aunque por ese enlOnees era leve, de todos modos me molestaba. En mi búsqueda de sanidad, de sentido y armonía para mi existen- cia, la primera parte de Stress Disease pareció ofrecer interesantes explicaciones con rcSpeclO a mis problemas. El libro entró después a una discusión ecléctica de las causas y curas de las enfermedades en general. Introdujo el concepto "holístico" de la Nueva Era, la idea de 24 Seducido por los poderes ps!quicos 27 sería capaz de desarrollar lOdo el potencial de mi carrera y mejorar mis relaciones personales. Como resultado de la información obtenida en el librilO de Peter Blylhc me involucré durante los siguientes dos aflos en actividades tales como aconsejamienlO personal, encuentro de grupos, seminarios para desarrollar el potencial humano y talleres de procesos de grupos. Sin embargo, Inglaterra sólo podía provcer información limi- tada al respeclO. Según lo que había leído, Los Angeles parecía ser el lugar más indicado para experimentar esa clase de cosas, de modo que decidí trasladarme a esa ciudad al fmalil.ar la década de los aflos selen- tao Mi implicación en el movimienlO psicológico y de desarrollo de Los Angeles me pareció benéfico para mí al principio. Pero después de más o menos un ano, me desilusioné cuando un centro psicológico al cual asistía cerró sus puertas por desacuerdos entre sus fundadores. Comencé a reflexionar en los aspeClOS espirituales o místicos de mi vida que el libro Stress Disease había indicado que debían estar en armonía. Recuerdo que un día me sentí muy deprimido en la oficina de ingeniería donde trabajaba. Simplemente no sabía qué hacer con mi vida. Mientras hacía el dibujo de ciertas panes de una maquinaria, oC claramente una voz que venía de lo más profundo de mi mente. "¿Qué acerca de lu alma?", pregunlÓ. Fue como si la voz clara y profunda de mi conciencia me hubiera hablado. La urgencia de confrontar el significado de esIas palabras me hizo sentir muy incómodo. Era como si el persistente vacío que habia denlro de mí hubiera sido expueslo a la vista de todos. De cualquier manera, aun bajo la influencia de la psicología secu- lar, yo había seguido viviendo una vida impía. Al reflexionar en lo que la palabra alma podrra significar, me pregunté si ¿no sería ésta la voz de Dios impulsándome a volver al cristianismo? ¿Necesitaba mi alma ser salvada de la condenación? Como ya babia comprendido que los psicólogos comunes tienen una muy limitada capacidad para comprender la dimensión espiritual de la experiencia y los motivos humanos, me moslraba renuente a volver- me a ellos en busca de luz. Siempre decían cosas buenas, parceían muy seguros cuando daban sus conferencias, pero sus ideas y consejos con mucha frecuencia tenían escasos efeclOs una vez hechos los ajustes necesarios para corregir las más serias debilidades de la personalidad. Después de hacer cambios necesarios en el comportamiento y el estilo de vida, las visitas subsecuentes al psicólogo no parcelan ofrecer más que un mero contacto humano. Los buenos amigos pueden dar este tipo de apoyo, si se los tiene. 28 En las redes de la Nueva Era Aunque la voz interior había usado la palabra alma, yo no quería involucranne en ningún tipo de religión formal, como el cristianismo. Por eso me sumergí profundamente en la Nueva Era. Movido en parte por mi interés en mis "vidas pasadas", me sentí impulsado a buscar a alguien con habilidad especial que pudiera acon- sejanne respecto de mi destino. Deseaba encontrar a alguien como un shaman -persona con poder especial, sabiduría y conocimiento-; una persona con profundas habilidades psíquicas, capaz de urgar entre las más recónditas profundidades de mi mente. Aspiraba a consultar a al- guien que me pudiera decir exactamente qué necesitaba hacer a fm de cumplir mi destino potencial para esta vida. Deseaba encontrar a al- guien que pudiera decirme algo acerca de mi alma. esa parte de mí acerca de la cual la misteriosa vaL de la conciencia había llamado mi atención. Qui7.á, pensaba, podría encontrar a este tipo de sabio conse- jero en la organi ... ación de la Nueva Era de Los Angeles. Profetas de la Nueva Era y sus poderes ps(qu;cos Un anuncio periodístico llamó mi atención de manera muy particu- lar. Era como si algo muy dentro de mí respondiera con un sutil impul- so de asistir a la feria psíquica que se anunciaba en la revista de la Nueva Era que estaba leyendo. Pensé que qui7.á la feria psíquica sería un buen lugar donde comen7.3f mi búsqueda de alguien que UJviera el poder de señalanne mi destino. Se anunciaba que el evento tendría lugar en un centro mctaffsico llamado Camino Luminoso. Preocupado por la idea de que los psíquicos no fueran más que una pandilla de farsantes, decidí visitar el Centro primero. Si obtenía una buena impresión de él, preguntaría acerca de la posibilidad de tener una sesión de consulta psíquica privada que fuera total y profunda. No quería que un adivino aficionado y barato me leyera la suerte. Yo andaba seriamente en busca de alguien especial. El día de la feria me dirigí al Pacific Palisades, un suburbio de Los Angeles donde estaba siUJado el centro ocultista Camino Luminoso, en un hermoso edificio comercial del Palisadcs Highlands, pintoresco valle de las montanas de Santa Mónica. Como nunca antes había estado en un centro semejante, no tenía la menor idca de lo que me esperaba. Mi entrada fue precedida por el sonido de campanillas tibetanas que repicaron dulcemente cuando abrí la puerta. Las campanas parecían darme la bienvenida al nuevo y encantador mundo del misticismo orien- tal. Estantes llenos de libros prolijamente ordenados llenaban las pare- des del primer salón. Caminé por toda esa área y entré a la sala princi- pal; mis ojos se fijaron en el piso. Estaba cubierto por una llamativa Seducido por los poderes psCquicos 29 alfombra de color verde claro. Su destello fluorescente parecía atraerme hacia el interior del salón. Sentí una extrafta sensación de paz en aquel lugar. una atmósfera peculiar e intrigante. Aspiré profundamente y sentí el suave aroma del incienso. Parecía dar al salón cierto aire sagrado. En la sala eSlaban cuatro médiums. senlados estratégicamente frente a mesilas individuales. Uno o dos clientes consullaban con los adivinos. Rápidamente observé la escena. puesto que no quería que nadie se diera cuenta que lo que ocurría en aquel salón no me era familiar. Detrás del mostrador había una dama de mediana edad y eslatura. cuyo vestido lucía un hermoso prendedor a manera de adorno floral. Tenía un cabello rubio bien peinado y usaba joyas muy llamativas. -Hola. desearía ver al director -saludé. La recepeionista sonrió. -Yo soy la directora. Mi nombre es Muriel. ¿En qué puedo servir- le? Impresionado por su actitud abierta y confiada. la miré más deteni- damente. No parecía la clase de persona mística sonadora que yo temía encontrar y que no fuera más que una farsante en busca de dinero. sin ningún poder real. -Deseo realizar una sesión de consulla psíquica a fondo con usted. ¿Podríamos arreglar eso? -pregunté con precaución. -Por supuesto -replicó--. ¿Le gustaría hacer una cila para esta próxima semana? Vacilé un momento antes de contestar. porque empecé a sospechar y a preguntarme qué clase de institución sería aquélla Lucía una atmós- fera religiosa que me hacía sentir incómodo. Yo buscaba poder psíqui- co. no un culto religioso. -¿Son ustedes algún tipo de religión? -No. no somos una religión -replicó Muriel-. Nosotros somos espiritualistas. No comprendí muy bien la diferencia; sin embargo. la seguridad con que hablaba me impulsó a hacer una cita para una noche de la semana siguiente. Sesi6n de consulta con una ps(quica de la Nueva Era Llegué a mi cila en el local del Camino Luminoso con una sensa- ción de expectación. Si bien todavía estaba preocupado por la idea de que un psíquico en realidad no tenía poder real. no creí que eSIa mujer fuera un fraude total. Mientras esperaba que Muricl llegara. noté un cuadro en la pared que mostraba un título de maestría de la Universidad de Pepperdine. Otro cuadro mostraba una licencia del gobierno de California para el 32 En las redes de la Nueva Era persona ordinaria no habría podido describir con tanta exactitud los caracteres de mis padres y demás asociados míos sin haberse relaciona- do íntimamente con ellos. En segundo lugar, me maravillaba el hecho de haber sudado tanto durante la sesión, no obstante estar funcionando el aire acondicionado y no sentirme nervioso ni emocionado. Así que llegué a la conclusión de que algún tipo de energía tuvo que estar presente durante nuestra se- sión, la cual habría provocado el copioso sudor que me salió de la frente. Estaba intrigado por la capacidad psíquica de Muriel para "leer" los Registros Akásicos a fin de revelarme los detalles de mis "vidas pasa- das". El concepto de reencarnación y de vidas pasadas siempre me habla interesado. La idea parecCa responder muchas preguntas concer- nientes a la naturaleza de la vida: ¿Por qué una persona naera en medio del dolor y el sufrimiento, y otra entre la riqueza y un ambiente cálido y lleno de amor? ¿Es cuestión de suerte el nacimiento? O ¿hay una razón explicable para estas aparentes injusticias? Quizás la fortuna dé una vuelta en la otras vidas a fin de lograr un justo equilibrio en cada una de las almas después de haber vivido muchas vidas. La idea de la reencarnación me parecía bastante lógica. Esta primera "lectura" psíquica puso las bases para mi hundimiento en el mundo del misticismo. las religiones orientales y el ocultismo. Me intrigaba el hecho de que Muriel pretendía tener poder sanador y había dicho que estaba en posesión de un cuerpo completo de conocimiento esotérico, el cual, si alguien lo aprendía. transfonnaría su vida y logra- ría la realización de su destino. Mi mente estaba llena de preguntas concernientes a "mis vidas pasadas". ¿Podría Muriel seguir desentrañando aquellos traumas ocultos en lo más profundo de mi alma? ¿Podría la aclaración y solución de los connictos de "mis vidas pasadas" ayudanne a resolver los problemas de esta vida presente? Era posible que muchos de mis infundados temores y ansiedades pudieran remontarse a los conflictos y traumas no resucl- tos de "mis vidas pasadas". Si podía desenredar los bloqueos de aque- llas vidas. imagínese el desarrollo y la salud que yo podría tener y cómo mejoraría mi desempeño en esta vida. Sería tremendamente bené- fico para mí. Pensaba en la posibilidad de incrementar y desarrollar habilidades intuitivas. Imaginemos las posibilidades si uno pudiera hacer constante- mente decisiones correctas en los negocios gracias a la posesión de un poder intuitivo preciso. La camada había sido mordida. Con el deseo de obtener más de este conocimiento y además experimentar algo más del poder psíquico Seducido por los poderes pslquicos 33 de Muriel, decidí asistir a las clases melafísicas. Había sido seducido por la manirestación del poder psíquico. 3 En la red de la canalización E l folleto que Muriel me dio, donde se anunciaban las clases metafísicas del Centro Camino Luminoso, tenía una lista de cursos de nombres muy sugestivos: astrología, tarot egipcio, numerología, psicosíntesis. Yo estaba familiarizado con la astrología, mas no con los otros temas. Muriel, la directora del Centro, me recomendó que comenzara con la clase de psicosíntesis de los miércoles. Por el nombre, me pareció que la clase de psicosínlCsis sería un programa de desarrollo psicológi- co. Pero realmenle esperaba que no fuera así ya que estaba harto de psicología. Lo que yo deseaba era aprender filosofía esotérica y experi- mentar más de los poderes psíquicos que Muriel parecía poseer. Decidí seguir su sugerencia y asistí a su clase. También estaba ansioso de preguntarle quiénes eran los "Maestros", los espíritus guías, con quienes ella parecía comunicarse. y finalmente llegó el miércoles por la noche. Luché, como siem- pre, con la aglomeración de las últimas horas del tránsito pesado de Los Angeles, y llegué al Camino Luminoso un poquito tarde. La clase ya había cornení'.ado. Aquél era un grupo de diez o doce personas sentadas en círculo alrededor del saJón donde había tenido lugar la feria de asun- lOS psíquicos. Me dirigí discretamente hacia un asiento desocupado mientras examinaba el círculo de personas que me rodeaban y nOlé que los miembros de la clase nucluaban entre los 25 y 50 ai'los de edad. Algu- En la red de la canalización 37 será capaz de identificar lo que procede del mundo superior'. Yo me preguntaba quiénes serran estos Maestros que Muriel tanto mencionaba. "Los Maestros pueden decirnos que hagamos ciertas cosas que posiblemente nosotros no queramos hacer -continuó-. El viejo yo, el ego, la personalidad, se rebelan. Resisten la voluntad de 'Dios'. Enton- ces es cuando uno debe confiar que él sabe mejor lo que se debe hacer. La pcqucfta voluntad de la personalidad se debe doblegar ante la volun- tad de 'Oios', que es superior, si se quiere progresar en la senda de un mayor desarrollo de la conciencia. Sólo mediante la obediencia puede usted lograr la conciencia de 'Cristo', esa feliz unión con ·Oios .... Muriel nos dijo después que los Maestros le ordenaban con mucha frecuencia que hiciera cosas que requerían mucha fe y confianza. Yo sentí que los Maestros eran algún tipo de espíritus guías que podían comunicarse con Muriel. Ella ilustró lo que queria decir con un ejemplo práctico. "El espíritu guía KOOl Hoomi me dijo que construyera este altillo y esta escalera en espiral", dijo Muriel, mientras senalaba la escalera que estaba a un lado del salón. Miré hacia arriba y nolé que alguien había conslruido una hermosa y ornada escalera que conduda hacia el balcón. "No se me dijo por qué debCa construir eSIa escalera -continuó-. Yo sabía que coslarfa mucho dinero hacerla exaClamente como el 'Se- flor' la quería. Decidí seguir adelante por fe y hacerla exaclamente como se me habCa indicado, sabiendo que 'Oios' tenra razones especffi- cas para llevar a cabo este proyecto". Volví a mirar la escalera una vez más y luego fijé mi atención en Muriel. "'Dios' siempre me ha bendecido. Muchas veces yo no sabCa por qué queria que hiciera ciertas cosas, pero seguí adelante por fe y las hice de todas maneras. Más larde siempre supe que él sabra lo que estaba haciendo, y todo salra maravillosamente bien al final. Ustedes tienen que aprender a confw en la voz de Dios tal como se les revela en sus meditaciones". Muriel se detuvo como si estuviera pensando lo que diría a conti- nuación. ¿Le haré otra pregunta? Pensé. Debo tratar de aprender algo mientras estoy aquí, concluí. así que le pregunté: -Muriel, ¿por qué estamos en WUl Nueva Era? -Si usted levanla la visla hacia el cielo nocturno. verá las conste- laciones astrológicas en los cielos. como Tauros, el toro, o Aries, el camero. Si observara esIaS constelaciones durante todo un año, descu- briría que sus posiciones se modifican levemente con relación al univer- SO que les sirve de fondo. Y durante un periodo de 2.000 años. las 36 En las redes de la Nueva Era "Tercer Ojo", Y está localizada en la frente. Muriel se puso la mano en la frente para indicar su posición exacta. -La séptima chakra está encima de la cabeza. Se llama la chakra corona. Yo quería saber cómo afectan las energías cósmicas a estas cha- kras, y por suerte, Muriel comenzó a explicarlo antes que tuviera la oportunidad de hacer la pregunta. "El aspirante a la Nueva Era puede absorber las energías cósmicas durante la meditación. Ellas facilitarán el desarrollo de su conciencia. A medida que las energías son absorbidas por las chakras ocurren sutiles cambios en la fisiología y las células del cerebro de la persona. Las chakras se hacen más y más poderosas y la persona desarrolla una mayor conciencia y forta1~ de carácter. Apare- cen nuevos dones y habilidades que habrían pasado inadvertidos si la persona hubiera seguido funcionando sólo al nivel de su personalidad". Muy interesante, pensé. Así que por eso los guros orientales pasan mucho tiempo en meditación. Probablemente absorben energía cósmica transfonnativa que los hace más sabios. Hummmmm, quizá le dé una oportunidad a la meditación. Muriel habló después acerca de la necesidad de rendirle la vida a Dios y de buscar la forma de trascender nuestra propia personalidad. Dijo que los objetivos de ésta deben ser recmplatados por el deseo de buscar a "Dios", y que la voluntad de la personalidad necesita someter- se a su voluntad. '''Dios' nos habla a través de nuestro yo superior -continuó-. A menos que desarrollemos nuestro yo superior y nos hagamos más sensi- bles a él, no podremos establecer contacto con 'Dios' y llegar a ser uno con su divina conciencia. El yo superior está siempre dentro de noso- tros, pero en la mayoría de las personas duenne en la mente subcons- ciente. Para ponerse en contacto con esta conciencia de sí mismo, que es más sabia que el intelecto normal, usted necesita edificar un puente desde su yo inferior a su yo superior. Usted edificará este puente hacia 'Dios', simboli7..ado por el arco iris, asistiendo a estas clases y practican- do su meditación diaria". Yo había estado pensando en la voz de Dios cuando habla a las personas, y me preguntaba cómo sonaría. Finalmente le pregunté a Muriel acerca de eso. "No espere escuchar literalmente una voz con sus oídos --expli- có-. No se trata de eso. El yo superior habla a través de su mente cuando usted se pone en sintonía con él. Pero en otras ocasiones 'Dios' puede hablarnos a través de sus emisarios, los Maestros. Pero insisto, los Maestros usarán el vehículo de su yo superior para comunicarse con usted. Hablan a través de su conciencia. Con un poco de práctica usted En la red de la canalización 37 será capaz de identificar lo que procede del mundo superior". Yo me preguntaba quiénes serían estos Maestros que Murieltanto mencionaba. "Los Maestros pueden decimos que hagamos ciertas cosas que posiblemente nosotros no queramos hacer -continuó--. El viejo yo, el ego. la personalidad. se rebelan. Resisten la voluntad de 'Dios'. Enton- ces es cuando uno debe confiar que él sabe mejor lo que se debe hacer. La pcqucila voluntad de la personalidad se debe doblegar ante la volun- tad de 'Dios'. que es superior, si se quiere progresar en la senda de un mayor desarrollo de la conciencia. Sólo mediante la obediencia puede usted lograr la conciencia de 'Cristo'. esa feliz unión con 'Dios'". Muriel nos dijo después que los Maestros le ordenaban con mucha frecuencia que hiciera cosas que requcrfan mucha fe y confianza. Yo sentí que los Maestros eran algún tipo de espíritus guías que podían comunicarse con Muriel. Ella ilustró lo que quería decir con un ejemplo práctico. "El espíritu guía KOOl Hoomi me dijo que construyera este altillo y esta escalera en espiral". dijo Muriel. mientras senalaba la escalera que estaba a un lado del salón. Miré hacia arriba y nolé que alguien había consbUido una hermosa y amada escalera que conducía hacia el balcón. "No se me dijo por qué debía construir esta escalera -continuó--. Yo sabía que costaría mucho dinero hacerla exactamente como el 'Se- ftor' la quería. Decidí seguir adelante por fe y hacerla exactamente como se me habl'a indicado. sabiendo que 'Dios' tenía razones especrfi- cu para llevar a cabo este proyecto". Volví a mirar la escalera una vez más y luego fijé mi atención en Muriel. "'Dios' siempre me ha bendecido. Muchas veces yo no sabía por qué quería que hiciera ciertas cosas. pero seguí adelante por fe y las hice de todas maneras. Más tarde siempre supe que él sabía lo que esaaba haciendo. y IOdo salía maravillosamente bien al final. Ustedes tienen que aprender a confw en la voz de Dios tal como se les revela en sus meditaciones". Muriel se detuvo como si estuviera pensando lo que diría a conti- nuación. ¿Le haré otra pregunta? Pensé. Debo tratar de aprender algo mientras estoy aquí, concluí. así que le pregunlé: -Muriel. ¿por qué estamos en WUl Nueva Era? -Si usted levanta la visla hacia el cielo nocturno. verá las conste- laciones astrológicas en los cielos. como Tauros, el toro. o Aries, el camero. Si observara estas constelaciones durante todo un año, descu- briría que sus posiciones se modifican levemente con relación al univer- SO que les sirve de fondo. Y durante un período de 2.000 años, las 40 En las redes de la Nueva Era Entonces le pidió a Djwhal Khul que hiciera algunos comentarios . .. Amado Maestro. Esta noche queremos que hable acerca del amor. Deseamos saber si tiene algo que decirnos acerca de esta hermosa cua- lidad". Después de un breve silencio, Muriel volvió a servir de médium a Djwhal Khul. "Nunca olvidéis que el amor es la mayor fuerza del universo. Amad todo cuanto os rodee. Encerrad en vuestro corazón las palabras de mi hermano, el 'Maestro Jesús'. Cuando él caminó aquí sobre la tierra hace unos 2,000 afios, dijo que deberíamos amar tanto, que inclu- so deberíamos amar a nuestros enemigos". Interesante, pensé. Parece que Djwhal Khul pretende que Jesús sea uno de sus hermanos. Me preguntaba si insinuaba que Jesús es uno de los Maestros. EnlOllces el espíritu de las tinieblas, fmgiendo ser un ángel de luz, continuó con apariencia de piedad: "A medida que las energías de la Nueva Era se arraiguen más y más en el planeta comenzaréis a encontrar que toda la gente, de todos los niveles, expresarán más amor fraternal. Esta será verdaderamente la era dorada del amor; será el reino de los cielos establecido en la tierra. exactamente como el amado 'Jesús' lo prometió. Haced vuestra medita- ción todos los días, vivid una vida de inocencia y amor. Me despido de lodos vosotros". Siguieron unos momentos de silencio. Entonces Muriel hizo un anuncio: -Iremos ahora al círculo de luz y por lUmO canalizaremos al 'Maestro Jesús'. Me sentí un poco incómodo. Esto iba pareciéndose cada vez más a una religión. Pero no percibía de qué manera la red del engai'io me envolvía cada vez más, aunque haciéndome sentir que progresaba. -Quiero que se relajen -ordenó Muriel-. Cuando les toque el lUmO de canalizar, sencillamente expresen cualquier idea que les venga a la mente. Piensen que es un proceso de canalización de los pensa- mientos de su yo superior, mientras están en meditación. Comenzare- mos con Larry y luego continuaremos alrededor del círculo en el senti- do de las manecillas del reloj. Comencé a preguntarme qué ocurriría cuando me llegara el tumo. Como nunca había hecho aquello en toda mi vida, temía llegar a ser poseído, O todavía peor, que nada ocurriera y que no supiera qué decir. No quería hacer el ridículo frente al grupo. Es posible que usted haya estado en una situación similar. Muriel comenzó la experiencia de canalización del grupo con una breve invocación. En la red de la canalización 41 -Vemos a Larry rodeado de una luz dorada y alineado con su yo superior -dijo ella-. En la energía de nuestro amado 'Maestro Jesús', pedimos que Larry traiga un mensaje de verdad para nosotros. Larry canalizó un mensaje en la misma forma en que Muriel lo había hecho anles, aunque fue muy breve. Muriel continuó moderando el grupo, dándole la oportunidad a cada miembro. Repitió la invocación y entonces pennitió que cada persona canalizara un mensaje que, supuestamente, venía del 'Maestro Jesús'. A medida que cada miembro del grupo canalizaba un mensaje, repentinamente, el interior de mi frente se iluminó con una luz brillante. Era como si alguien hubiera conectado un foco de luz eléctrica dentro de la región frontal de mi cerebro. Al principio pensé que quid alguien había encendido una luz en el cuarto. Abrí los ojos Y sólo vi las tinieblas del salón. Cem mis ojos de nuevo. La luz todavía estaba allí. Definitivamente no la estaba imagi- nando. Parecía como si un cambio fisiológico tangible se hubiera pro- ducido en las células de mi cerebro en virtud del cual repentinamente la pane frontal de éste se había iluminado. Experimenté una sensación placentera, una sensación de relajamiento y paz y me preguntaba si este místico efecto sería el resultado de la energía cósmica que alumbraba la chakra de mi tercer ojo, que supuestamente estaba colocado en la fren- te. Pronto llegó mi tumo de canalizar. Muriel repitió la invocación. Me senté tranquilamente durante unos momentos y me pregunté qué se suponía debía decir. Vacilé un poco anles de hablar lCmiendo dccir un disparate. Lo único que venía a mi mente era "amaos los unos a los olros". Dije: "Amaos los unos a los otros". Muriel pasó inmediatamente a la siguiente persona. Y así todo el grupo tuvo la oportunidad de canalií'N. Después de unos minutos de silencio, Muriel habló otra vez: -Esta semana durante sus meditaciones en sus casas les ruego que vayan al jardín de sus almas y se sienten bajo un árbol de color lila de la rUCrí'.a. Meditar bajo ese árbol les dará rortale7.a y desarrollará su voluntad. Hubo otra pausa. Muriel continuó exhortándonos a que visuaJi7.áramos la luz de su Centro, la cual debía difundirse en todos los Estados Unidos, en la vida del presidente y de los oficiales del gobierno en Wáshington, D. e., en la Organi7.ación de las Naciones Unidas y finalmente alrededor del planeta tierra. 42 En las redes de la Nueva Era -Digamos tres "ocs" anunció Muriel. Todo el grupo emitió al unísono tres largos sonidos, lOmando una profunda inspiración antes de cada uno, "¡Ooooooooooooooo! ¡Ooooooooooooooo! ¡Ooooooooooooooo!". El ruido fue bastante fuerte. Me pregunté si la gente que estaba en el recinlO comercial contiguo oiría el grilO y qué pensaría. Después de la "O" fmal, IOdo el grupo siguió a Muriel en la recitación de una ora- ción, a la cual llamaban la Gran Invocación. Yo no me la sabía de memoria. de modo que me quedé en silencio. Más tarde, mientras regresaba a casa, mi mente estaba llena de preguntas. ¿Quiénes eran eslOs Maestros, como Djwhal Khul, a quienes supuestamente estábamos canalizando? ¿Está Jesús vivo realmente en algún lugar? ¿Cuántos Maestros hay? ¿Son humanos, como los gurúes, o son seres espirituales incorpóreos que existen como fantasmas? ¿De qué manera los Maestros están relacionados con Dios? ¿Era Jesús en realidad parte del grupo de Maestros? El hecho de que Muriel hablase de Dios y de Jesús me hacía sentir un tanto incómodo. Yo no quería ser arrastrado a un cullO religioso. Pensé que probablemente todos los Maestros estaban en la imaginación de Muriel y que en realidad IOdo lo había estado sacando de las profun- didades de su subconsciente. Pero yo no podía explicar la luz misteriosa que se había encendido de repente dentro de mi cerebro. t.Qué era esa luz? Estaba seguro de no haberla imaginado. ¿De dónde provino? ¿Cómo me afectaría? La curiosidad acerca de la luz me ayudó a deci- dinne a asistir a la clase de la siguiente semana. Finalmente la noche del miércoles llegó. El perfil de la clase fue muy semejante al de la sesión anterior. Para mi gran sorpresa, la parte frontal de mi cerebro se iluminó nuevamente en forma repentina, como si alguien hubiera prendido un foco dentro de mi cabe7.3 durante la meditación del grupo. En esta ocasión Muriel invocó la presencia y la energía de un Maestro llamado Señor Maitreya. Ella se refería a él como si fuera "el CrislO". Yo siempre había sabido que Jesús era el CrislO, pero al parecer Maitreya tenía este título también, independiente- mente del significado que le diera. Cuando llegó mi turno de canalizar, Muriel repitió la invocación: "Vemos a WiII en una esfera de luz dorada de 'Cristo'. Está alineado con su yo superior para traer un mensaje de sabiduría del Señor Maitrc- ya". -Las energías de la Nueva Era son ahora mucho más intensas sobre el planeta ---dije un poco vacilante-. Los cambios que se eslán produciendo en la civilización se acelerarán. Esto causará ciertos distur- bios y algunos efectos negativos. pero al final, se iniciará la edad de En la red de la canalización 45 Si yo hubiera esUldo pensando en Jenny durante la canalización de Rosie, habría concluido que simplemente había leído mi pensamiento, ha7.ana notable en sí misma. Sin embargo, no había pensado en Jenny durante esa noche. Concluí que sea lo que fuere, mediante el yo supe- rior tenía acceso definido al reino cósmico del conocimiento oculto. La iluminación del área de mi cerebro durante la meditación y la canalización de Rosie me lanzaron a aceptar las ideas y conocimientos promocionados en los libros metafísicos que había comprado. Estaba decidido a estudiar los libros a fondo y familiarizarme completamente con los principios de este excitante mundo de la metafísica de la Nueva Era. 4 Bajo el control del "yo superior" N o sabía cómo comunicarle a Calhy las malas nuevas. Una sensación de incomodidad y vergüenza me embargó cuando me senté a su lado. Su hermoso cabello rizado de color oscuro caía suavemente sobre sus hombros, a la par que se veía encanladora en sus jeans azules y suéter rosa. Calhy y yo habíamos estado viéndonos durante varias semanas. Habíamos pla- neado pasar la larde juntos en la playa. ¿Cómo podría explicarle lo que pasaba? Las noticias me habían sorprendido incluso a mí mismo. Nunca 10 había esperado. Aquello vino a mi mente tan pronlO desperté esa mañana. Fue como si mi yo superior se hubiera personificado en una voz interior de la conciencia que me habló en una forma muy clara y definida. Algo, en 10 más profundo de mi ser, me decía que el yo superior no estaba bromeando. De eso estoy seguro. Al escuchar la instrucción fui impresionado profundamente, como si una tensión se hubiera levan- tado dentro de mí. Luché para encontrar las palabras apropiadas. Quería darle la noti- cia un poco más tarde ese día; deseaba cortarla gentilmente. Pero la voz había dicho: "No. Debes decírselo tan pronto como la veas". Mi tensión interior parecía volverme loco. -Mmmm, Cathy ... Con un nudo en la garganta traté de hablarle de nuevo: -Catby, escucha. 46 Bajo el control del "yo superior" 47 -Te escucho -replicó ella sencillamente, sin darle importancia, mientras miraba algo en el cuarto. -Tengo malas noticias para ti. Ella ni siquiera se movió. -Todo ha terminado. Tenemos que dejar de vemos. Me sorprendí de cuán fácilmente brotaron las palabras. Cathy no respondió. Me preguntaba si me habría entendido. -¿Qué? ~clamó repentinamente, volviendo la cabeza brusca- mente hacia mí-o ¿Qué quieres decir? -Todo terminó entre nosotros. Tienes que irte. No sé cómo expli- cártelo. Esta vez Cathy me miraba con profunda consternación. -Nada tiene que ver contigo -me apresuré a decirle-. Es algo qu~ está dentro de mí. Me resulta muy difícil describirlo, pero cuando desperté esta maftana supe inmediatamente que teníamos que separar- nos. Cathy parecía como herida por un rayo. Luego murmuró: -No me dijiste nada de esto ayer por la noche. Pensé que había- mos pasado juntos un momento maravilloso. Me quedé como en blanco y permanecí en silencio durante un tiempo, como si hubiera perdido el habla. -Will, ¿estás seguro que te sientes bien? -me preguntó con una mirada de preocupación. -Cathy, me siento bien. Créeme, esto nada tiene que ver contigo. No hiciste nada malo. Lo que pasa es que siento que necesito más tiempo para ... para ... em, leer mis libros espirituales. Comencé a sentirme nervioso, realmente incómodo. Le dije que necesitaba tomar un sorbo de agua y salí del cuarto sólo para romper un poco la tensión. Mientras caminaba alrededor de la cocina recordé lo que había ocurrido esa mañana tan pronto me había despertado. La voz interior de la conciencia me había hablado claramente. -Termina tus relaciones con Cathy -había dicho--. Ella tiene que irse de tu vida. Tú necesitas más tiempo para estudiar IUS libros de metafísica. Yo había disfrutado mucho de la compañía de Cathy, y no quería romper nuestrdS relaciones. Pero sentí que ella era un obstáculo para estudiar seriamente los libros metafísicos. Me consolé con el pensamiento de que quizá los Maestros intenta- ban casarme con un alma gemela en algún momento, cuando llegara el tiempo oportuno. Ella no habría comprendido mi interés en la metafísi- ca. Sé que pensaría que me había vuelto completamente loco. Al volver a la sala noté que las lágrimas corrían por sus mejillas. 50 En las redes de la Nueva Era percepción hubiera surgido ante mí. Podía ver claramente las limitacio- nes de mi antigua manera de pensar y de mis patrones de conducta. Aun cuando a mi "personalidad" le encantaba el oficio de reconstruir máquinas, era comprensible que desperdiciaba un tiempo y una energía muy valiosos. Mi mente protestó ante la falta de recursos necesarios para comprar un automóvil nuevo. Ra1.onó que debía reparar el viejo Ford Pinto como lo tenía planeado, para entonces venderlo por una cantidad que sumara el anticipo de uno nuevo. "Estás pensando todavía según tus viejos patrones de pensamiento -me dijo mi yo superior-o DcsHgate del viejo yo. La conciencia de pobre7.a es una actitud contraproducente. Eso impedirá tu desarrollo y crecimiento. Debes deshacerte del automóvil viejo y confiar en que Dios se hará cargo de todas tus necesidades materiales". Decidí a regailadientcs actuar por fe, y terminé la meditación reci- tando la Gran Invocación. Ya de pie, me quité la ropa de mecánico y llamé a los comerciantes de carros usados para que hicieran arreglos para desmantelar el viejo Ford Pinto. El proceso de meditación parecía haber funcionado en una forma muy práctica Era asombrosa la forma en que mi yo superior me había dicho que era una necedad seguir reparando el viejo Pinto. Mi obedien- cia a la voz interior me capacitó para romper los viejos moldes de pensamiento y acción. Ahora entendía por qué Muriel decía y aseguraba que un proceso de transformación ocurriría a medida que uno respon- diera a la sabiduría del yo superior. Me di cuenta que si le permitía a mi vieja personalidad actuar como lo había hecho durante muchos afias, no habría manera de trans- formar y expandir mi conciencia para que funcionara en diferentes situaciones con métodos nuevos y más sabios. Muriel enfatizaba conti- nuamente la necesidad de que el yo superior tomara el control y domi- nara la personalidad. El yo inferior, con sus viejos hábitos y métodos deficientes de funcionamiento, tenía que ser abandonado. Ella enfatiza- ba que el único camino hacia la conciencia del yo superior era la prácti- ca de la meditación. El consejo relativo a la experiencia del Ford Pinto me hizo com- prender claramente cuánto necesitaba cambiar. Me emocioné mucho pensando en las posibilidades latentes en mí si continuaba practicando la meditación. Tal vez llegaría a ser muy sabio y a desarrollar agude7.a y perspicacia en los negocios. Quizá podría cultivar habilidades que estaban latentes en mí, de cuya existencia ni siquiera me percataba. Si podía destapar el cofre de la sabiduría y el poder cósmicos -pensa- ba-, una visión totalmente nueva de excitantes posibilidades vocacio- Bajo el control del "yo superior" 51 Dales podría abrirse delante de mí. Quizá hasta me conveniría en lfder político. y podría colaborar con la voluntad de los MaeslrOs en el medio gubernamental. Más tarde. esa misma semana. recibí claras indicaciones durante la meditación de que debía comprar un modelo específico de carro. La voz de la conciencia precisó: "Compra un Plymoulh Champ. Es el carro que necesitas. Los MaeslrOs quieren que tengas un Champ". No podía enLCnder por qué necesitaba comprar ese modelo en parti- cular. Aquél no era el carro nuevo que yo había elegido. Me rebelé contra las indicaciones y salí a visitar la concesionaria Volkswagen para inspeccionar un Sciroco. modelo que siempre me había llamado la atención. Mientras me dirigía a la concesionaria en una camioneta prestada. la voz interior de la conciencia comenzó a hablarme. Era tan clara como si yo estuviera en meditación. Decía: "Compra un Plymoulh Champ. Estás perdiendo el tiempo al visitar la concesionaria Volkswa- gen. Compra un Plymoulh Champ; es el mejor carro para ti". Estaba sorprendidísimo de escuchar a mi conciencia hablándome con tanta claridad. Realmente me molestaba su intervención en mis planes del día. Yo quería ser libre para elegir mi propio carro. Lo que me sorprendió aún más fue que podía percibir la voz aun cuando estu- viera manejando en la carretera. Empecé a preguntarme si realmente sería la voz de mi yo superior; quizá no eran más que desvaríos de mi subconsciente. Ignorando las indicaciones de mi conciencia continué el camino hacia la concesionaria Volkswagen. El Sciroco se veía maravilloso al imaginarme manejándolo por las calles. De repente la voz de la con- ciencia intervino: "Estás perdiendo tiempo. Los Maestros quieren que compres un Plymoulh Champ". Luego continuó en son de protesta: "Es el mejor carro para ti. Olvídate del Volkswagen y compra el Plymoulh Champ". El vendedor de la Volkswagen hizo lodo lo posible por venderme un Sciroco. pero no se dio cuenta que estaba compitiendo con un con- sejero invisible. Salf de la concesionaria irritado por la voz de mi conciencia que me había molestado una vez más. Había planeado visitar la con- cesionaria Toyota después. de modo que me dirigí allá. Más o menos a la mitad del camino la voz me habló nuevamente: "¿Por qué no nos escuchas? Te hemos dicho repetidas veces que el Champ es el mejor carro para ti. Estas perdiendo tu tiempo al ir a la concesionaria Toyota. Compra un Plymoulh Champ". Me quedé pensando a quiénes se referiría ese "nos" de quien habla- 52 En las redes de la Nueva Era ha la voz. ¿Sería que los Maestros me estaban hablando a través del médium de mi yo superior? La voz era tan clara que sal[ de la carretera y estacioné la camione- la. Decidí mediw allí mismo en el vehículo. Después de hacer la invo- cación de costumbre y el rilual de la visualización, me relajé y comencé a mediw. La misma voz interior de la conciencia comenzó a hablar otra vez. "Compra el carro Plymoulh Champ -me aconsejó gentilmente--. Es el carro ideal para ti. Te gustará". Pensé en cuán sabio había sido el consejo de mandar al deshuesa- dero el viejo PiOlO. Podía ver también que mis entradas eran suficientes como para comprarme un carro nuevo, aun cuando mi personalidad había protestado inicialmente por mi falta de dinero. El yo superior seguramente sabía lo que hacía. Decidí experimentar. Convine co hacer exactamente lo que la voz interior me decía. Si el Champ resultaba ser un mal automóvil, sabría que la voz interior de la conciencia era una fuente de indicaciones técnicas indigna de conraanza. Di la vuelta y me dirigí a la Agencia Plyrnoulh. "Estás haciendo lo correcto. No le molestes en ver ningún otro carro. Compra el Champ -confirmó la voz mientras yo conducía hacia la concesionaria Ply- moulh". Estaba asombrado de cuán persistente había sido la voz interior. Parecía capaz de irrumpir en mi pensamiento en cualquier momento. Pero era evidente que la voz no pensaba como yo lo hacía normal- mcote. Concluí que se lJ'alaba de mi yo superior y que podía actuar estando o no en meditación. Parecía que los Maestros, o posiblemente el espíritu de "Dios", era capaz de hablarme directamente a través de la voz de la conciencia. Finalmente compré el Champ. Fue un carro excelente, y lo gocé inmensamente. Llegué a creer que si armonizaba mi vida con la voz de mi yo superior, "Dios" me bendeciría. Luché por desarrollar una fe que me permiliera entregar mi vida a su voluntad que se expresaba a través de mi yo superior. Creí que por hacerlo así incursionaría en la abundancia y el gozo de la Nueva Era y experimentaría tanto bendiciones maleria- les como felicidad ilimitada a medida que cumpliera el plan tra7.ado para mi destino. Después de meditar durante unos momenlOS, podía percibir con más claridad la voz suave y silenciosa de mi subconsciente. También se me hizo más fácil vcrbalizar esta voz interior durante la canalización en las sesiones de grupo. Parecía que el secreto radicaba en la habilidad de 5 Aparece un "Maestro" I magine que se encuentra en una plaza solitaria. Repentinamen-te se le aparece una persona resplandeciente, irradiando una luz blanca-dorada que casi lo ciega por su brillo. También emana de esa persona una influencia tranquilizadora, que lo embarga de una sensación de belleza y paz mientras la con- templa deslumbrado por su fulgor. Una aparición asombrosa semejante a ésta, ocurrió delante de mí la mañana del 30 de octubre de 1981, cerca de un año después que ro- mencé a asistir a las clases del Camino Luminoso. Cuando lo vi por primera vez, inmediatamente pensé en la Persona de Cristo Jesús. Cuando me levanté esa mañana, nunca imaginé que estaba a punto de pasar por una insólita experiencia que produciría cambios increíbles en mi vida. Estaba a punto de entrar en las profundidades secretas de la experiencia mística, a partir de la cual, el mundo nunca más sería el mismo para mí. Después de baftarme volví a la recámara para mi meditación matu- tina. Para ser aceptado en la clase del Camino Luminoso, cada estu- diante debía llevar a cabo una sesión de meditación privada diaria. En el tipo de meditación indo-budista que el Camino Luminoso ensei'iaba, era deseable que el meditador mantuviera su espina dorsal tan erecta como le fuem posible, supuestamente para facilitar el libre flujo de las energías asociadas con las chakras. Generalmente yo tenía problemas para realizar mi meditación, a causa de una antigua dolencia en la es- palda que me había molestado desde la nii'lez. Esa mañana no fue la excepción. Me sentí bastante incómodo cuan- 55 56 En las redes de la Nueva Era do comencé a sentanne con las piernas cruzadas sobre la alfombra. El dolor de espalda me urgía a abreviar la sesión. Pero entonces recordé las palabras de advertencia del Maestro Djwhal Khul, registradas en uno de sus libros: "Es imposible progresar en la senda espiritual, excep- to por medio de la meditación". Seguí el consejo y me discipliné a fin de sentanne tan erecto como fuera posible. Tras realizar las invocaciones preliminares y las oracio- nes, seguí meditando sentado. Luché contra mi dolor de espalda, batallé para mantener mi torso derecho, sabiendo que era la postura correcta para que la meditación fuera efectiva. Después de unos tres o cuatro minutos de incomodidad e irritación, tuve que levantarme y estirarme. Fui tentado nuevamente a abandonar la meditación y salir de la casa rumbo a mi trabajo donde laboraba como ingeniero. Sencillamente no me senlÍa con ánimos de meditar esa maftana. Pero la voz interior de la conciencia me impulsó a intentarlo una vez más. Me senté de nuevo en el piso, crucé las piernas, cerré los ojos, y repetí la invocación ritual principal. La misteriosa !ue17,Q envolvente Había estado meditando sólo cuatro o cinco minutos. La incomodi- dad de mi espalda era intensa, y tenía gran dificullad para permanecer sentado sin moverme. Tenía las piernas acalambradas como si hubiera estado encadenado a un cepo durante horas. De pronto, una fuerza física que nunca antes había experimentado pareció descender sobre mí. Una luz brillante iluminó mi ser, como si todo mi cuerpo se hubiera convertido en una lámpara incandescente. Yo percibía esta esfera luminosa que me rodeaba con una luz que permea- ba cada célula de mi cuerpo. Mi cerebro estaba inundado como si un foco de 1000 watlS se hubiera encendido denuo de mi cabeza. Noté que había perdido toda sensación de peso e incomodidad. El dolor de la espalda había desaparecido. La fuerla misteriosa actuaba ahora dinámicamente sobre mi postura. Sentí como si alguien suma- mente fuerte me tomara del torso y enérgicamente me enderezara la espalda hasta que me puse totalmente derecho. Todo vestigio de tensión muscular había desaparecido completamente. No senlÍa ninguna aprensión respecto de lo que estaba ocurriendo. Al contrario, experimenté una profunda sensación de bienestar. Noté que había perdido toda atracción de la gravedad, como si no pesara y estuviera levitando sobre el piso. Pero al mismo tiempo estaba perfecta- mente consciente de que me encontraba sentado en una esquina de mi recámara. Mi mente, mi pensamiento racional, funcionaba normalmente. con pensamientos claros, precisos y lógicos. Por supuesto, yo no había Aparece un "maestro" 57 tomado ningún medicamento. El "Maestro" aparece De pronto, un hombre que irradiaba una intensa luz blanca-dorada, se paró frente a mí. Lo primero que percibí fue que la misteriosa y brillante figura se parecía a Jesucristo. De inmediato surgió en mi mente un poderoso pensamiento intuiti- vo de "sabiduría" que me dijo que esta persona era Djwhal Khul, el miembro más honorable de la Hermandad Blanca de los Maestros. Era el mismo que había dictado a Alice Bailey el contenido de los libros metaCrsicos que ella había publicado bajo su propio nombre. Tanta era la brillantez que lo rodeaba, que yo no podía distinguir nada en el fondo. Todo lo que alcancé a ver fue su forma regia rodeada de luz mientras se mantenía de pie, inmóvil, delante de mí. Noté que su cabello encrespado y dorado cara sobre sus hombros. Vestía una ropa blanca y larga. Sus brazos colgaban a sus lados, y sus pies estaban ocultos por la luz que envolvía su ser entero. Aun cuando tenía dificultad para distinguir sus rasgos faciales debido a la intensa luz que parecía emanar más fulgurante de su rostro, me pareció muy atractivo y digno. No obstante estar envuelto por una intensa energía cósmica, yo no sentía que mi mente ni mi inteligencia estuvieran hipnotizadas o "poseí- das" por la presencia de Djwhal Khul. Estaba absolutamente consciente, y era dueHo de mis facultades. -¿Cómo te va? -me preguntó Djwhal Khul. Noté que sus labios no se movieron cuando habló. La comunica- ción parecía transmitirse telepáticamente. Percibí su mensaje con niti- dez, pero me pareció oírlo con un "oído interior", como si su voz estu- viera sonando dentro de mi mente. Después de hacer la pregunta, esperó mi respuesta. -Bueno, estoy luchando con mi vida espiritual -le dije tranquila- mente. Le hablé con mi mente más bien que con mis labios y cuerdas vocales. Era como si le comunicara telepáticamente mis palabras. De alguna manera "sabía" que Djwhal Khul podía comprenderme y respon- derme a través de una comunicación directa. Djwhal Khul contestó entonces en términos perfectamente famil~­ res: -Bueno. así es como debe ser-o Percibí claramente el gesto de uno que se encoge de hombros. Sintiéndome completamente relajado y cómodo, tomé la iniciativa y le pregunté acerca de un problema específico de salud que me había 60 En las retks tk la Nueva Era "Maestro Jesús". En efecto, los libros de Djwhal Khul cambiaron mi vida; cambiaron completamente mi forma de pensar, de ver el mundo y de percibir mi destino. Djwhal Khul, a través de la comunicación telepática, había podido dictar palabra por palabra el contenido de veinticinco tomos de conoci- miento melafisico esolérico a una mujer llamada Alice Bailey. Los libros, publicados entre los ai'ios 1919 y 1949, aponaron muchas de las bases doctrinales de lo que hoyes el Movimiento de la Nueva Era. Lo raro es que Alice Bailey había sido una cristiana devota y esposa de un sacerdote episcopal antes que sus amigos la convencieran para que se incorporara a la Sociedad Teosófica. Djwhal Khul, a través de los libros escritos por Atice Bailey, pre- tende ser el miembro anciano de un grupo de entidades llamado "Jerar- quía de Maestros". Ha engaftado a mucha gente para que piense que es un emisario de Dios. A decir verdad es uno de los principales espíritus que orquesta el movimiento de la Nueva Era. Sostiene que es un ser humano nacido hace más de 350 aflos en el Tibcl, donde fue un tiempo abad de un monasterio budista. El afirma que a través del proceso de medilaCión y estrictas prácticas espiritualis- tas, y a través de la ayuda de los "seres celestiales", ha desarrollado de tal manera su conciencia que ha alcan1.ado el estado de inmortalidad en su cuerpo físico normal. Por eso asegura haber vivido durante más de cuatro siglos. Djwhal Khul asegura haber recibido la inmortalidad por medio de una ceremonia de iniciación realizada en el "reino de los cielos", llama- da la "quinta iniciación" (también conocida como el "ascenso", "la investidura de Cristo", o la "iniciación para Maestro''). Como resultado de esta iniciación cósmica, Djwhal Khul asegura haber llegado a ser miembro de un grupo de seres humanos de élite superior, que se descri- ben a sí mismos como "seres ascendidos a MaesIrOS" y que logmron la inmortalidad, para nunca más recncamarse. "Jesucristo" y la Jerarquia de Maestros En sus libros metafísicos Djwhal Khul insiste en que hay 49 seres humanos que viven actualmente en el planeta -la mayoría de ellos en remotas áreas de los Himalayas- que han ascendido a Maestros. En su calidad de grupo organizado les llama "Jerarquía de Maestros" (también "la Hermandad Blanca", "Maestros de la Sabiduría", "la Jerarquía", o simplemente "los Maestros"). El líder de la jerarquía, el Maestro lla- mado Maitreya, ejerce el poder ejecutivo, o el título de ''El Cristo". Djwhal Khul afirma que "Jesucristo" es el miembro de más alto rango de la "Jerarquía de Maestros" y asevera que los grandes y legen- Aparece un "maestro" 61 darlos gurúes de la India, tales como el Buda, fonnan parte de esta Hennandad. Arguye que la jerarquía eslá trabajando por la evolución espiritual de la humanidad en el planeta tierra, en sus aspectos religioso, político, tecnológico, científico y culwral. Djwhal Khul afinna categóricamente que el Maestro Jesús eslá vivo en el planeta, y se muestra muy ocupado dirigiendo los destinos de la cristiandad transmitiendo telepáticamente ideas al subconsciente de los líderes religiosos. EnCatiza que el Maestro Jesús es un hombre que experimentó un desarrollo personal a través de sucesivas encarnaciones e iniciaciones hasta convertirse en un "hijo de Dios" inmortal, tal como ocurrió con el Maestro Buda, y otros que llegaron a ser "hijos de Dios". Según Djwhal Khul, los Maestros pueden abandonar sus cuerpos físicos y viajar a otros lugares del planeta mediante su cuerpo "espíri- tu", o "alma", sin ninguna limitación de tiempo o distancia. Un Maestro también tiene, supuestamente, el poder de condensar su cuerpo espiri- tual en un cuerpo de luz visible, llamado el anuvarrupa. según la tenoi- nología hindú. Así que los Maestros estarían en su cuerpo anuvarrupa cuando se aparecieran a alguien como un glorioso ser deslumbrante, tal como Djwhal Khul se me apareció. El Maestro puede, a voluntad, con- densar su cuerpo espiritual en Conna física y ser visto, tocado, y sentido como un ser humano nonnal. La Nueva Religión Mundial DjwhaJ Khul afinna que, como JXU1e de la obra de "Dios", se le ha asignado el proyecto especial de proporcionar a la humanidad las ense- fianzas de la Nueva Era para el establecimiento de la Nueva Religión Mundial. Esta religi6n, disel\ada para integrar al cristianismo a las enseñanzas orientales del Hinduismo y el Budismo dentro de una totali- dad homogénea, pretende revelar la plenitud de la divinidad en todos sus aspectos. DjwhaJ Khul afirma que la mayor parte de su conocimien- to lo recibió directamente de sus superiores "en los cielos". Sus libros se han abierto paso a través de todo el globo. Cubren una amplia variedad de temas: desde las causas de las enfennedades, las psicosis y la posesión demoníaca, hasta el desarrollo del intelecto, el crecimiento de la poblaci6n y los ciclos económicos. Millares de perso- nas han cambiado completamente sus estilos de vida como resultado de sus escritos. Yo mismo llegué a estar laIl abrumado por los conceptos y el genio intelectual de Djwhal Khul, que lo reverenciaba como a un gran santo. Tal vez lo más importante -y lo más engañoso- sean las ensc- ftanzas de Djwhal Khul respecto de la Santa Biblia. Demuestra que 62 En las redes de la Nueva Era posee un vasto conocimiento con relación a las más grandes religiones del mundo y aun comenta acerca del Dios Todopoderoso, el Altísimo, y la forma como opera desde el trono celestial. Una declaración me llamó poderosamenle la atención: "¿Qué entendemos por la frase 'fuenas del mal'? No los ejércitos de la injusticia y la pecaminosidad, por cieno, organizados bajo ese invento de la imaginación llamado 'el diablo', o algún poderoso anti- cristo. Pues un ejército tal no exisle, y no hay ningún gran enemigo de Dios, empeftado en luchar contra el Altísimo. Lo único que hay es una humanidad erranle y sufrienle". Esta declaración fue una brillanle confirmación de lo que había creído durante toda mi vida: Salanás no exisle. A continuación Djwhal Khul describe lo que él considera como fuenas del mal: "Las fuenas del mal son, en último análisis, los arraigados ideales y hábitos de pensamiento que han cumplido un propósito trayendo a la raza hasta su actual estado de desarrollo, pero que ahora deben desapa- recer si es que la Nueva Era ha de surgir como está planeado". Esclavizado por el "Maestro" Impresionado por su vasto conocimiento, me sentí honrado de llegar a ser el discípulo obcdienle y devoto de Djwhal Khul. Poco a poco, sin embargo, el glorioso discipulado se convirtió en una pesadilla y una esclavitud. Tenía muy poco dinero, y poco a poco fui obligado a dar todo lo que tenía para apoyar la causa de la Nueva Era. Llegó el momento en que tuve que dedicar todo mi tiempo a la obra de la Nueva Era. Creía que al obedecer sus enseftanzas y sus mandatos eslaba sirviendo a Dios. y se me prometió que como recompensa lendría salud, felicidad y abundanle gozo. Incluso se me prometió la inmortalidad en esta vida. Por supuesto, ninguna de esas promesas tuvo un cumplimiento verda- dero. Así me convertí en uno de los millares de personas que servían conscientemenle a un "Maestro" y a otros espíritus guías a través de una relación directa y personal con ellos. En términos generales, se puede decir que millones de personas están siendo engalladas para obe- decer las indicaciones de su "conciencia superior", por medio de la "meditación" y otras técnicas diseiladas para "elevar la conciencia". Al abrir la puerta de la menle al "yo superior", en realidad lo que se hace es entrcll' en contacto con el "reino de los espírilUS". Al principio nunca sospeché que los poderes del mundo espiritual, a los cuales me estaba dedicando, fueran los mismos contra los cuales el apóstol Pablo advirtió a la iglesia de Efeso: Disclpulo de un l( esplritu gula" 65 durante el sueno". Luego movió los ojos como si estuviera concentrándose en la infor- mación que llegaba a su mente. "En una vida pasada usted fue monje en el monasterio budista de Djwhal Khul en el TibcL Y en su existen- cia espiritual, antes que usted se encamara en esta vida presente, lUvo una reunión con él en el plano espiritual". Me incliné para escuchar con mayor atención. "Se hizo un pacto, y usted estuvo de acuerdo en que se encarnaría con el propósito definido de llegar a ser uno de sus discípulos. Se pla- neó darle un estricto entrenamiento, y después de lo cual ayudaría a Djwhal Khul en algunos proyectos especiales que necesitaban ser reali- zados en este planeta en conexión con la Nueva Era". Muriel abrió los ojos y sonrió. Con un movimiento de sus manos arregló suavemente mi aura en la cabeza y los hombros para balancear la energía. -Gracias -dije-, y volví a mi lugar. Así que Muriel sabe lo de mi diseipulado, pensé para mis adentros. Me pregunto qué otras cosas le habrá dicho el "Maestro" con respecto a mí. Puesto que estaba decidido a ser un discípulo diligente de mi "Maestro", pasaba mucho tiempo estudiando las enseftanzas de Djwhal Khul, tal como aparecen en los libros de Alice Bailey. Me interesaba especialmente la información concerniente al "Cristo" y su "segunda venida". Los libros decían que la Nueva Era prepararía el terreno para el retomo "del Cristo", una aparición física del "Maestro" que preside la Jerarquía. La obra de la Jerarquía consiste en preparar el camino para este evento; y el deber de la humanidad es aceptarlo y trabajar en ar- monía con sus ensenanzas y sus consejos cuando aparezca. Aprendí que el término "el Cristo", no se refiere a una persona específica; más bien es el nombre de una función ejecutiva dentro de la Jerarquía, equivalente a decir, "el presidente" del país. Alice Bailey dice que un Maestro llamado Seflor MailrCya desempefta el papel de "Cristo", y lo ha ejercido durante 2000 aflos. Ella enfatiza que el retor- no de "El Cristo" será el mismo evento que el retomo del Mesías pro- metido por el cristianismo. Muriel comentó la teoría de que, coincidiendo con el comienzo de la Nueva Era de Acuario, Maitrcya actuará muy pronto en cumplimien- to de otros deberes de una clase más exaltada en todo el universo. Su posición como el Cristo sería, en tal caso, tomar el mando que ocupa- ron otros Maestros de más alto rango como Koot Hoomi o "el Maestro Jesús". 66 En las redes de la Nueva Era Ella enfatizó la idca de que los Maeslros necesitan discípulos hu- manos que les ayuden a preparar el planeta para la venida de "Cristo". Se supone que el movimiento de la Nueva Era debe proveer recursos humanos para que los Maestros puedan reclutar discípulos que trabajen en diferentes aspectos de su obra: áreas como la política, la educación, la religión, la cultura, el comercio y las fmanzas. Muriel inició las clases de meditación y canalización en el Camino Luminoso precisamente para entrenar ese tipo de discípulos. La Jerar- quía necesitaba canalizadores dedicados que siguieran fielmente las instrucciones de los Maestros y sacrificaran tiempo, energía y dinero para llevar a cabo en fiel obediencia las instrucciones recibidas que deberían considerarse como directivas emanadas de la "voluntad divi- na". En contraste con lo que ocurría en el Camino Luminoso, los escri- lOS de Alice Bailey declaran que la mayoría de los discípulos de la Jerarquía no son conscientes de las relaciones que tienen con sus Maes- tros. Cuando el "Maestro" les comunica ideas mediante la telepatía, los discípulos ni siquiera son conscientes de lo que ocurre; simplemente piensan que las ideas son concepciones de su propia mente activa Y supuestamente muchos de los gobernantes mundiales, economistas, filántropos y dirigentes religiosos, son discípulos de los Maestros "sin saberlo". "Es tiempo de cambiamos de esta casa -me dijo la voz interior de la conciencia mientras meditaba una mallana-. Quiero que vivas solo. Necesitas vivir en un ambiente donde no te distraigas tanto, donde puedas dedicar más tiempo al estudio y a la meditación". El mensaje me llegó muy claramente. Todavía vivía en la casa de Los Angeles que había compartido con tres amigos muy ínlimos du- rante dos años. Y me preguntaba a dónde se suponía debía mudarme. La voz interior habló de nuevo. "Debes cambiarte a la ciudad de Torrance. Busca un departamento tranquilo, que tenga mucha luz. Te costará más, pero no te preocupes. Tú sabes que eres un bendito de Dios; todo saldrá bien". Torrance es un suburbio de Los Angeles situado a casi 40 kilóme- tros al sur de donde yo vivía. Estaría más cerca de mi trabajo, pero no me gustaba la idea de vivir solo como un ermitafto. Sentí que las órde- nes de cambiarme provenían de mi yo superior, y que debía obedecer por mi propio bien, aun cuando tenía mis dudas. Mientras pensaba en la mudan1.a me di cuenta que mi estilo de vida había cambiado completamente desde que comencé a asistir a las clases del Camino Luminoso y desde que había comenzado a ser discí- pulo de Djwhal Khul. La orientación espiritual de mi vida ya no anno- Disc{pulo de un 11 espiritu guia" 67 Rizaba con el estilo de vida secular y "mundano" de mis compafieros de cuarto. Había perdido IOdo interés en las cantinas y los bares. No había salido con ninguna mujer desde que hice mi voto íntimo de celibato. Mientras más comprendía cuánto material sensacionalista. obsceno, y sexualmente intencionado se presenlaba en los medios masivos de ro- municación, dejé poco a poco de asistir al cine. Incluso hice un esfuer- zo consciente por eliminar todas las procacidades y expresiones soeces de mi lenguaje, mientras luchaba por vivir una vida piadosa y limpia Lejos de salir con mujeres, o disfruw de entretenimientos "munda- nales", me esforzaba por ocupar mi tiempo en el estudio de publicacio- nes esotéricas, en la oración y la medilación. Los paseos campestres y las visilaS a los museos reemplazaron a las playas Y las fieslaS. Como anhelaba el reino de Dios en vez de las cosas del mundo, pasaba la mayor parte de mi tiempo contemplando mi senda espiritual y mi cami- nar con "Dios". Después de cambiar lo último de mis pertenencias. me senré en el piso alfombrado de mi nuevo deparlamento y mediré. "Bienvenido a la Hermandad Blanca -dijo una voz clara y vibrante-. Hasla el momen- LO los Maestros están muy complacidos con tu progreso. Mereces ser felicilado por tu disposición a seguir adelante a pesar de las dificulla- des. Sigue avanzando. Mantente en la senda recia y esttecha. Algunas veces tiendes a trabajar demasiado. Toma tiempo para descansar. Man- rén el equilibrio. Recibe mis bendiciones. Soy Sanat Kumara". Cáspita. pensé, Sanat Kumara en persona se ha LOmado la molestia de enviarme un mensaje especial. Estaba asombrado de lo claras que habían sido las palabras, como si alguien hubiera hablado realmente dentro de mi cerebro. Estaba rebosante de gozo. Me consideraba relativamente relacionado con Sanat Kumara gra- cias a las enselianzas de Djwhal Khul. Era un personaje misterioso e interesante. Al parecer, lOdos los Maestros superiores de la Jerarquía, incluyendo el "Cristo", eslaban supervisados por este gran espíritu que no era de origen humano sino que, supuestamente. venía de Venus. En lo sucesivo. cuando medilaba me rodeaba una luz brillante que resplandecía en mi frente. Muriel me dijo que la luz indicaba que mi centro del tercer ojo -la chakra localizada en la frente- se había "abierto". Noré, especialmente a raíz de la visila de Djwhal Khul, que mis medilaciones eran acompanadas a veces por fenómenos místicos. Por ejemplo, en diferentes ocasiones vi que una luz brillante, multicolor, cara como una cascada de mi frente. Era como si estuviera viendo dentro de un caleidoscopio gigante. En otras ocasiones, menos frecuen- tes, tenía experiencias místicas más profundas. Una vez dcspcrré a 70 En las redes de la Nuella Era ftero canalizó un mensaje especial para mí, en respuesta a mis preguntas con respecto a la inminente mudanza. "La mudanza que harás no es necesariamente de cankter permanente -dijo-. Pondrás de manifiesto antiguas energías. También incluye un entrenamiento más amplio bajo la supervisión de la Jerarquía. Comienza a vender las cosas que no podds nevar contigo. Viaja con lo menos posible. Estás entrando en un nuevo ciclo de tu vida Después de él estarás listo para comenzar la verdadera vocación de lu alma durante esta encamación". Tenía que ser InglalCml, mis pensamientos apuntaban hacia allá. Muchos sentimientos encontrados me invadieron. Me emocionaba la idea de volver, pero también "me inquietaba. Dejarla un buen empleo para tener que enfrentar un futuro incierto. Pero decidí confiar en los Maestros y seguir sus instrucciones. Ofrecí esta oración de dedicación a "Dios": ''Oracias, Sellar, por todas tus bendiciones. Gracias porque te has revelado a mí. Pido que mi vida sea dirigida por tu divino poder. Pido que todas las ilusiones sean disipadas de mi mente y que tu verdadera voluntad se me revele. Pido que se me use como siervo de la Jerarquía. Amén". Acudí a Muriel para tener una sesión de orientación privada, tocan- te a la aparente mudanza a Inglaterra. Ella entró en trance y me dio este mensaje: ''Tu vida es bendita. Ten fe en Dios y mentén una actitud tranquila y gozosa. Si bien harás varias cosas en Inglaterra, la mudanza es, en principio. un peregrinaje necesario para romper viejas ligaduras y resolver viejos conflictos con lus padres". Muriel guardó silencio por unos minutos antes de continuar: "No lo veo trabajando en un empleo permanente. Usted baJá algunas cosas para la Jerarquía allá. Lo veo visitando Findhom". Renuncié a mi empleo, vendí todos mis muebles, regalé muchas de mis pertenencias, y volé al Reino Unido con un simple maletín que contenía todas mis posesiones. Me sentí enfermo y sumamente preocupado por la mudanza a lon- dres. La desorientación resultante de no saber qué hacer o dónde vivir había dominado todo mi ser. Me hospedé en un hotel y esperé mayores instrucciones de los Maestros. Pocos días después de mi llegada a Londres desperté una manana muy abrumado y deprimido. Casi derramando lágrimas, decidí buscar consuelo y ánimo en la meditación. Tras permanecer sentado en silen- cio durante unos instantes. repentinamente una explosión de energía me sobrecogió. La sentí como una especie de descarga eléctrica que explo- tó dentro de mi cuerpo. y escuché la voz de "Dios". como si se abriera paso hasta mi oído interior diciendo: -iDebes ser fuerte y seguir ade- lante! Disc(pulo de un "esp[ritu gu{a" 71 Si no hubiera estado sentado en una siDa la fuerza de la energía me habría lanzado al suelo. La explosión duró unos dos segundos. Y des- pués de una pausa de otros dos segundos, la explosión de energía me golpeó nuevamente. vez. -¡Debes ser fuerte y seguir adelante! -repitió la voz. Inmediararnente la misma explosión de energía me hirió por tercera -¡Debes ser fuerte y seguir adelante! -exclamó una vez más. Después hubo un silencio. Era tranquilizador saber que "Dios" me estaba ayudando. Sentí paz. Mi fe había sido reactivada, y seguí adelante con valor. Presintiendo que debía permanecer en Londres alquilé un pequefto departamento en la calle Earl, en el barrio de Coun. No tenía la menor idea de cuán larga sería mi eslanCia o qué se suponía debía hacer. Quizá se ha decidido que sea una mudanza permanente, pensé. De todas maneras, supongo que durará hasta que reciba mayores inslJ"Ucciones. Después de esa milagrosa explosión de energía de parte de "Dios", esperaba que mis problemas de salud desaparecieran. Desafortunada- mente, me esperaba la desilusión. Mis enfermedades continuaron. Sólo mi valor y mi fe habían sido aumentados por la demostración del poder de "Dios". Durante el día me dedicaba mayormente a buscar empleo. Por las noches me consolaba con la idca de tomar parte en diversas actividades de varias organizaciones de la Nueva Era. Me agradó mucho una visita que hice al centro londinense de Lucis Trust, organización que publica- ba las obras de Djwhal Khul escritas por Alice Bailey. Los domingos por la maftana asistía a los servicios religiosos de una iglesia anglicana que estaba cerca. La tristeza y el desaliento se apoderaban de mí al ver cuán pequeftas eran las congregaciones de In- glaterra comparadas con sus templos. Por anos la religión había perdido popularidad, y muchos templos fueron abandonados o convertidos en almacenes. El secularismo se había instalado. Consideraba que el movi- miento de la Nueva Era constituía la nueva esperanza que llenaría el vacío espiritual. Una manana, mientras meditaba, se me ordenó hacer un peregrinaje a la famosa calCdral de Canleroury, iglesia madre de todas las iglesias anglicanas del mundo. Pasé momentos maravillosos en CanlCrbury y dediqué el día enlCro a recorrer sus salas históricas con su gran canti- dad de arcos y murallas. Mientras meditaba en el santuario, recité ora- ciones e invocaciones ocultas y realicé un ritual imaginario, en el cual visualicé la catcdr.ll y las iglesias hijas llenas de la "luz de Cristo". canali7.ada por la jerarquía de los Maestros. 72 En las redes de la Nueva Era Visité varias otras grandes catedrales. En cada ocasión, pasé tiempo meditando y orando en el santuario, tenninando siempre las sesiones con invocaciones ocultas y rituales metafísicos imaginarios. Para el Movimiento de la Nueva Era, Findhom era su Vaticano. Al llegar, quedé casi abrumado por la comunidad de casi 400 personas, localizada en una hermosa sección de las tierras altas escocesas. Aquí Satanás ha plantado un paraíso para los seguidores de la Nueva Era. La voz interior me dijo que visitara esta Meca de la Nueva Era después de seis meses de mi llegada a Inglaterra. Mi concepto de Find- hom se reducía a algo así como un pequefto centro de retiro localizado en el nOrle de Escocia. Muriel me había dado el mensaje de que debía visitar Findhom, aunque a decir verdad, yo había. olvidado todo lo relacionado con su profecía después de salir de los Estados Unidos. Cargué mis maletas en el coche y me dirigí a la parle nOrle de Escocia donde había localizado la villa de Findhom en un mapa. Pensé que mi estancia en Findhom sería, a lo más, de unos dos días. Pero los Maestros tenían otros planes. Esta Ciudad del Vaticano de la Nueva Era comenzó en 1962 con un pequeflo vagón donde vivían tres personas adultas y tres niflos. Bajo estos humildes comienzos Satanás obró un milagro al edificar esta máxima institución educativa de la Nueva Era. La comunidad comprende hoy en día un gran estacionamiento para casas rodantes con prados y edificios de la comunidad, y un h01e1 con 87 cuartos que luce como un hermoso castillo, un bello auditorio con instalaciones para impartir clases de arte, una casa publicadora con una imprenta, y varias mansiones completas con exlensos jardines. La co- munidad ha sido sede de conferencias inlemacionales, y muchos miles de visitantes han pasado por sus puertas para asistir a los programas educativos que ofrece. y la comunidad no la forma un puilado de hippies. La mayoría de las personas que conocí allí son profesionales preparados en universida- des. Duranle mi estancia me hice amigo de un ex jesuita, profesor de un seminario y varios psicólogos, por citar sólo algunos. La doctrina principal de la filosofía de Findhom es que una "ener- gía de Cristo" o "conciencia de Cristo" reside en cada persona. Si al- guien medita, puede tener acceso a esta infinita fuenle de "sabiduría" que reside dentro de cada uno en forma del "Cristo yo", o yo superior. El propósito de las enseftan7.as de Findhom es entrenar a la gente para que se ponga en sintonía con el "Cristo" interior y lo utilice como guía de su vida Lo que al principio pensé que sería una visita de unos dos días pronto se convirtió en una estancia de dos meses que no daba seftales Discfpulo de un 11 esp{ritu gula" 75 a OIraS personas que era discípulo personal de Djwhal Khul, debía encontrar una explicación razonable para justificar mi abrupto cambio de planes. Me acerqué a Jay un tanto avergonzado micnttas hacía ftla en el comedor de la comunidad. -Jay, tengo malas noticias para usted. Tengo que abandonar la comunidad -le dije. -Oh, bien, no me sorprende en absoluto. ¿Por qué no viene a venne maftana? -replicó Jay. Afortunadamenae comprendió mi dificil situación, ya que había recibido inesperadas indicaciones de "Dios". Pude salir con mi integri- dad intacta y se me dejó la puerta abierta para regresar cuando quisiera. Dos afios después volví a visitarlos -como un cristiano nacido de nuevo-, con el mensaje evangélico de salvación en Jesucristo. 7 Llevado hasta el límite M uriel -le pregunlé-, ¿por qué quisieron los Maestros que dejara Findhorn y regresara a Los Angeles? Yo había llegado en avión el día anterior y estaba teniendo una sesión privada de aconsejamiento con Mu- riel en el Camino Luminoso. Ella daba orientación profe- sional psicológica y espiritual como medio de sostener financieramente la obra del Centro metafísico. La mayoóa de los clientes no eran alum- nos regulares. Algunos buscaban seriamente psicoterapia. Otros, orienta- ción psíquica o sanidad para sus enfermedades. Muriel canalizó para mí el siguiente mensaje: -Los Maestros queóan que visitara Findhorn, pero no que se quedara allá en forma permanente. Ellos sabían que le gustaría mucho el lugar y arreglaron una prueba de su obediencia. También querían que aprendiera y creciera en experiencia al ponerse en contacto con otros estilos de vida. Muriel no estaba en trance, pero había canalizado con los ojos abiertos, como si estuviera conversando informalmente. Al parecer, sus afios de práctica la habían capacitado para canali7M mientras estaba en estado consciente normal, como parte de la rutina diaria. Luego conti- nuó: -Al volver. ha crecido y ha alcan7.ado cierta madurez y compren- sión. Ahora siente un fuerte impulso de servir y ayudar a otros. Al escuchar atl!ntamcllte concordé con lo que decía. -La Nueva Era no puede reducirse a simples grupos de personas que viven en remotas comunidades ---explicó-. Estos retiros son bue- 76 Llevado hasta el llmite 77 nos. pero no constilUyen la Nueva Era. Nuestro camino y nuestro deber son integrarnos tolalmente al mundo e iluminarlo. La integración es una senda mucho más dificil que la vida en un retiro. Los Maestros lo nece- sitan a usted en Los Angeles para ayudar a abrir el sendero que signifi- ca eslar en el mundo. pero no ser del mundo. Después de una pausa pregunté con cierta preocupación: -¿Debo IJ'aIar de volver a mi antiguo empleo? -Usted debe saber que es bendito de "Dios" -replicó-. Las puertas se le abrirán. Vaya y vea a su antiguo jefe. Si es la voluntad de "Dios". IOdo saldrá bien. Mi antiguo jefe estuvo encantado de venne. Después de pensar un poco me ofreció un empleo e inicié mi IJ'abajo comercial nuevamente. Cuando votvr a asistir a las clases en el Camino Luminoso noté un cambio en el énfasis de las enseftanzas de Muriel. En vez de centrar la atención en la canalización de los Maestros. ahora canalizaba "al Pa- dre". El cambio fue sutil. pero las enseftanzas tenían ahora más sabor devocional y religioso que las ensei'lan7.as metafísicas y psíquicas. Muriel declaraba vez tras vez haber realizado una cierta iniciación que la capacitaba para canalizar al "Padre" directamente. En el grupo empezamos a dedicar tiempo a orar al "Padre". casi como se estila en una iglesia cristiana. Incluso la canalización estaba disfrazada de len- guaje semejante al de la Biblia. Durante una de las sesiones de canali- zación en el círculo de las velas encendidas un eslUdiante canalizó el siguiente mensaje: ''Cuando se despierte por la maftana y comience el día vaya primero al "Padre" en oración y pregúntele: 'Padre. ¿qué quie- res que yo haga en este día para glorificar tu nombre?" Esta canalización dejó una profunda impresión en mí. La siguienlC maftana levanté un pequefto altar en mi departamento. En la parte supe- rior coloqué un par de candeleros de plata que contenían dos altas velas blancas. El aliar tenía también dos incensarios. Después de encender las velas y quemar un poco de incienso. me arrodillé ante el aliar y oré. "Padre. ¿qué quieres que haga este día para glorificar lu nombre?" Después medité y me dispuse a recibir cualquier instrucción que el "Padre" IUviera para mí. Decidí que cada maftana iniciaría mi período devocional de oración y meditación con esta invocación al "Padre". Una noche me acosté como de costumbre. Al cerrar los ojos sentí que una energía suave y sedante inundaba mi cuerpo entero. Al abrir los ojos de nuevo vi la recámara llena de luz verde. como si una lámpa- ra de arco verde hubiera sido encendida para iluminar el cuarto. Concluí que los Maestros estaban enviando luz al cuarto. Traté de donnir pero no pude hacerlo. Cada vez que abría los ojos vi que el cuarto estaba lleno de esa luz verde. Sentía una profunda serenidad y
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